La mayor parte de las vacantes que se cubren lo hacen a través de ofertas de empleo ocultas. Es decir, mediante contactos personales. Unos estudios cifran este porcentaje en torno al 50% y otros llegan a estimarlo hasta en el 80%. El dato exacto quizá no es lo más importante. Lo interesante es que te quedes con la idea de que tu red de contactos es fundamental para construir tu trayectoria profesional. Te contamos cómo aumentarla y qué puedes hacer para mantenerla sana en el tiempo.
¿Cómo hacer contactos profesionales?
Hay gente que tiene un don natural para hacer contactos y, por lo general, no leen un artículo como este salvo que estén buscando ampliar sus relaciones aún más. Sin embargo, es posible que te encuentres entre quienes piensan que su red de contactos profesionales es muy escasa o incluso nula. O puede que creas que ya la has agotado. Para llegar a este tipo de conclusiones conviene que hagas una evaluación con datos tangibles, que no te quedes en la mera impresión. Plantéate la pregunta “¿guardo algún contacto?” en relación con estas acciones:
-Si has cursado una formación relacionada con tu profesión. El contacto tanto de quien impartía la formación como del resto de compañeros que asistían.
-En el caso de que hayas realizado una actividad de voluntariado. Tanto de gente que conocieras allí como de quien te facilitó la entrada al voluntariado.
–Trabajos anteriores relacionados con tu actividad actual. Especialmente si tenías buena relación con alguno de tus superiores o compañeros.
–Amigos, conocidos o familiares relacionados con tu actividad o bien personas de su entorno que estén relacionadas con tu campo profesional.
-Si perteneces a algún tipo de organización o grupo relacionado con tu actividad. ¿No lo has hecho nunca? Si es así, sopesa la posibilidad de hacerlo porque te proporcionará contactos seguro.
Una vez has extraído los datos de contacto de tu red actual, es momento de ponerse a trabajar con ella. No tengas miedo de volver a contactar con personas a las que has dejado de ver. Retomar el contacto es algo que sucede con mucha frecuencia. Además, más veces de las que imaginas la persona que está al otro lado justo conoce una oportunidad laboral que está esperando a ser cubierta.
Lo que las redes sociales pueden hacer por tu candidatura
Una forma que quizá te resulte menos invasiva para comunicarte con los contactos que hayas recopilado en el apartado anterior es a través de internet. En concreto, mediante redes sociales. Las RRSS te permiten una implicación personal muy baja, por lo que es fácil que estos contactos acepten tus solicitudes de pertenecer a sus redes si te conocen en persona de algo.
Pero es que, además, la gran facultad de las redes sociales es que multiplican el alcance de tu red. Si publicas con asiduidad, entras en conversaciones e interactúas con los perfiles de otras personas, vas a aumentar tus relaciones, tanto entre conocidos en el mundo físico como gente con la que solo tratas de manera virtual.
Cuando tu objetivo está centrado en el networking, los contenidos que publiques y las conversaciones en las que participes deberían hablar de tu actividad. No es necesario que te conviertas en prescriptor ni en un gurú. Compartir contenidos que te resulten interesantes y hacer reflexiones sobre tu campo profesional es lo que sin duda te va a funcionar. La continuidad te dará presencia, no dejes de publicar y estate pendiente de conversar.
Si las redes no son específicamente laborales, como LinkedIn, permítete contar cuestiones más personales. Pero si estas cuestiones son demasiado personales, publica en un entorno cerrado de solo amistades cercanas. Hoy día cualquier empresa o negocio que esté buscando candidatos para una vacante va a consultar las redes sociales. Si presentas tu candidatura y les interesa, lo más seguro es que te busquen en redes. Asegúrate de que lo que vayan a ver no les genere ningún rechazo y refleja tu marca personal.
Y cuida la ortografía. No cuesta nada volver a leer lo que has escrito justo antes de publicarlo. Se trata simplemente de releer con la intención de buscar el error. Si no lo encuentras, ¡dale a publicar!
¿Los “seis grados de separación” funcionan?
La teoría de los seis grados de separación enuncia que una persona puede conectar con cualquier otra del mundo, aunque no se conozca, a través de tan solo cinco intermediarios. Se supone que cada persona tiene unos cien contactos personales (entre los que se incluyen desde tus padres hasta la persona que atiende la papelería a la que vas a comprar). Cada una de estas personas conoce a cien personas más, por lo que si quisieras mandar a estas últimas un mensaje, sumado a las que tú conoces, la red se multiplicaría. Y así con cada contacto. En tan solo cinco pasos se supone que podrías conectar con cualquier persona del mundo.
Esta teoría no termina de ser probada, aunque hay estudios que se han quedado muy cerca, como el de Stanley Milgram en 1967, o más recientemente, en 2011, uno de Facebook. De nuevo, quizá los datos precisos no son lo más importante. Lo interesante es que te quedes con la idea de que tus redes se multiplican con cada nuevo contacto que haces.
Conseguir el boca a boca requiere tiempo y esfuerzo
De todas las estrategias que puedes seguir, la que te proporcionará mejores resultados es la de mantener una buena reputación como profesional. Y eso solo lo conseguirás con constancia y un buen desempeño de tu actividad. Si tu carrera es constante, quien te conozca va a recomendarte con confianza. Y, recuerda, la oportunidad laboral puede venirte incluso por contactos que no te esperas.
Si unes la teoría de los seis grados a una buena reputación, te da como resultado que el boca a boca va a transmitir tu valía y llegará siempre a oídos de quien necesita a alguien con tu perfil. A veces parece más costoso, pero invertir todos los esfuerzos en mantener la reputación a base de realizar un buen trabajo es una de las mejores acciones que puedes llevar a cabo para conseguir una red de contactos profesionales realmente efectiva.