El auge del comercio online ha convertido el empleo de repartidor en uno de los más demandados en el mercado laboral. Una gran variedad de empresas los emplean para entregar todo tipo de productos: comida, muebles, libros… Con frecuencia son la única cara que vemos de muchos negocios.
A continuación, verás por qué ser repartidor es una opción muy atractiva y que ofrece muchas más posibilidades de empleo de las que imaginas.
Qué funciones tiene el repartidor
La palabra “repartidor” trae enseguida a la mente la figura popular de las personas que transportan en moto o bicicleta la comida hasta los hogares. Son tan comunes que forman parte ya del paisaje habitual de la ciudad.
Sin embargo, se trata de una profesión que va más allá. Hay diversos tipos de negocios que necesitan sus servicios. Las empresas de mensajería, cadenas de tiendas de ropa, restaurantes que ofrecen entrega a domicilio, librerías… Todas ellas disponen de un servicio propio de reparto o bien contratan los servicios de una empresa externa.
Como vas a ver, su labor va más allá del hecho sencillo del transporte y la entrega de determinados bienes en el punto requerido. Sus principales funciones son:
· Planificar la ruta y elaborar el horario de reparto.
· Recoger la mercancía en el almacén o punto de recogida. Si su medio de transporte es un camión, deberá distribuirla de forma eficiente para que la entrega no sufra retrasos.
· Realizar la ruta con su vehículo en un tiempo óptimo.
· Descargar y entregar la mercancía en el punto de entrega.
· Comprobar la identidad de la persona receptora. En algunos casos se requerirá también el cobro.
Requisitos para ser repartidor
Como cualquier otro empleo que incluye el trato directo con clientes, para ser repartidor es necesario desarrollar determinadas habilidades.
Hay que tener en cuenta que normalmente trabajarás bajo presión y condicionado por el horario y las dificultades propias del tráfico, ya sea ciudad o carretera. En el momento de la entrega, tú eres la imagen de la empresa y debes ser consciente de ello.
Por lo tanto, la capacidad para ser amable y diligente con la persona a la que estás entregando la mercancía debe ser la principal habilidad con la que deberás contar. Te ayudará mucho si eres una persona sociable y se te da bien la comunicación.
Como podrás suponer, recoger, transportar y entregar la mercancía cumpliendo el horario requerirá de ti que seas capaz de planificar y organizarte. La mayor parte del tiempo trabajarás solo, sin un supervisor atento a tu labor, y dependerás exclusivamente de ti y de tus competencias personales.
El tipo de mercancías que deberás transportar es muy variado y no siempre serán pequeños paquetes o bolsas con comida. Tener una buena forma física es fundamental si se trata de muebles o electrodomésticos, que primero deberás organizar en tu camión y después sacar y llevar hasta el domicilio del cliente.
Si ya conduces sabrás que los sistemas de GPS son capaces de llevarnos a cualquier lado. Suponen una gran ventaja respecto a tiempos pasados. Pero también sabrás con cuánta frecuencia no nos dejan en el sitio adecuado. Además, en zonas rurales apartadas quizá no cuentes con cobertura suficiente.
Por lo tanto, es conveniente que seas capaz de orientarte cuando no cuentes con la ayuda del navegador. Para ello será bueno que conozcas bien la zona de reparto que tengas asignada y que no dependas de la aplicación del teléfono móvil.
Formación necesaria para conseguir trabajo de repartidor
Las empresas que contratan servicios de reparto tienen necesidades diferentes, mercancías diferentes y trabajan en distintas áreas geográficas. Por lo tanto, la formación que requieren es diversa.
Lo más básico y evidente es que deberás contar con el correspondiente permiso de conducción, en función del tipo de transporte que uses en el reparto. Para muchas empresas, será un punto a tu favor el que cuentes con vehículo propio.
Tener experiencia y formación en administración y gestión es otro de los requerimientos comunes. Ser repartidor no significa únicamente llevar algo de un punto a otro: deberás manejar documentos de diverso tipo, así como las aplicaciones informáticas de gestión con las que suelen contar las empresas. Emplearlas con soltura será parte de tu labor.
Algunos servicios de reparto requieren el desplazamiento al extranjero, con lo cual será imprescindible el manejo de idiomas.
Algunas soft skills útiles para esta profesión
Es una tendencia actual en el mercado laboral valorar las llamadas soft skills o habilidades blandas. En todos los trabajos hay capacidades personales que no pertenecen a las competencias técnicas requeridas pero que al final resultan esenciales.
Para ser repartidor será muy útil y valorado que cuentes con estas soft skills:
· Responsabilidad. Se esperará de ti que seas puntual en las entregas, así como que te muestres honesto y diligente. Piensa que con cierta frecuencia realizarás cobros y manejarás dinero y documentación que contiene datos personales del cliente.
· Autogestión. Ya has visto que trabajarás solo y sin supervisión durante muchas horas al día. Por lo tanto, deberás ser capaz de organizarte tú de manera autónoma y eficiente. No todo el mundo está capacitado para realizar su labor de esta forma.
· Resiliencia. Ser repartidor supone con frecuencia estar sometido a gran presión, trabajar en horarios no habituales y cargar con la tensión que genera en ocasiones el trato con el cliente. Es imprescindible que los diversos imprevistos no afecten a tu eficiencia.
· Capacidad para la venta. Algunas empresas te pedirán que ofrezcas otros productos de la misma compañía, de forma que será muy valorada tu habilidad como vendedor.
¿Qué salario se gana con el trabajo de reparto?
Como es lógico, el sueldo que percibe un repartidor depende mucho de su grado de responsabilidad, su experiencia, su área de trabajo, el sector al que pertenezca la empresa… También varía de una comunidad autónoma a otra. No es lo mismo ser repartidor en Barcelona, una ciudad accesible y con mucho volumen de población, que serlo en poblaciones menos pobladas o más inaccesibles.
Como orientación, el salario medio de un repartidor en España ronda los 17.000 euros brutos anuales y oscila entre los 1.250 y 1.788 euros mensuales.
Sin embargo, al ser un sector en continuo crecimiento y que goza de una gran demanda, las posibilidades de promocionarse dentro de la empresa son muy altas. Por lo tanto, también de obtener un mejor salario. También influirá mucho la experiencia que vayas obteniendo.
Tendrás más ventajas salariales si debes conducir un coche o camión o si eres jefe de equipo.