La más reciente aportación de la inteligencia artificial al empleo es, sin duda, chatGPT. Desde que este popular chatbot fuera presentado, se han generado todo tipo de expectativas.
Pero la inteligencia artificial lleva tiempo entre nosotros y chatGPT solo es la más popular. Muchos campos recibirán el impacto de la IA. Y los trabajadores se preguntan cómo les evitará labores tediosas, pero también quién perderá su trabajo o quién tendrá que adaptarse.
La llegada de la inteligencia artificial al trabajo
En noviembre de 2022, la empresa OpenAI lanzó chatGPT. Se trata de un chatbot que se ha hecho tremendamente popular desde entonces por la coherencia de sus respuestas. Con aparente facilidad y naturalidad cualquiera podía hacerle preguntas y dar contestaciones complejas en un lenguaje perfectamente estructurado.
La nueva versión lanzada por la compañía, chatGPT 4, parece solventar gran parte de los problemas de fiabilidad y coherencia de los que adolecía la anterior. Y por ello, muchas empresas confían en esta aplicación para la automatización procesos repetitivos y tediosos.
Escribir textos sencillos, mejorar textos ya redactados, ayudar a la traducción, facilitar el trabajo de los programadores… Son solo algunas de las utilidades que se le han encontrado y en el futuro sin duda será capaz de asumir más.
Sin embargo, chatGPT no realmente una novedad. Los bot de charla, o chatbot, llevan entre nosotros muchos años y el primero se desarrolló tan pronto como en 1966. Algunos, como Siri, Alexa o Cortana, se encuentran ya en nuestros hogares hace tiempo.
Otras empresas, aparte de OpenAI, están desarrollando sus propios chatbots. Google ha lanzado Bard y Elon Musk anunció no hace mucho que está desarrollando el suyo. China también ha entrado este mercado con sus propios desarrollos. Muchas personas (y también empresas) se están preguntando de qué forma afectará a los flujos de trabajo la universalización de los chatbots.
Aunque es una pregunta legítima que no tiene una respuesta fácil, lo cierto es que quizá no esté bien formulada. Porque el panorama laboral está experimentando una intensa transformación gracias a los diversos tipos de IA que desde hace tiempo han llegado a nuestro día a día.
Las aplicaciones de la inteligencia artificial al empleo
Existe una gran dificultad a la hora de definir la Inteligencia Artificial. Para empezar, aún no tenemos una definición universalmente reconocida de “inteligencia”. Pero podemos entender la IA como la capacidad de las máquinas para imitar las habilidades humanas mediante un aprendizaje.
Parece obvio, en principio, que una IA superará siempre en velocidad y capacidad de respuesta al cerebro humano. Por lo tanto, resultan insustituibles en determinados ámbitos. Los sorprendentes resultados alcanzados en algunos campos concretos han llevado a la opinión pública a preguntarse hasta dónde llegará la sustitución de seres humanos por máquinas.
La realidad es que las IA manejan la información que se les proporciona y la procesan a una velocidad que el cerebro humano no puede alcanzar. Y son particularmente buenas en eso. Por ello, su uso se ha extendido en diversos sectores.
Ya se ha mencionado la utilidad de los chatbot estilo chatGPT para contestar preguntas y redactar textos. Eso ha hecho inevitable su impacto en trabajos como la educación, la traducción o la redacción.
Los departamentos de Recursos Humanos ya los emplean para atender a solicitudes de los empleados de forma fácil. Así mismo, se han mostrado muy útiles a la hora de realizar búsquedas de información.
También destacan en la atención al cliente para responder a las preguntas más habituales. Es ya bastante habitual conversar con ellos vía WhatsApp cuando hacemos una consulta con el banco o la agencia de seguros.
Menos conocido es el mundo de los cobots. Se trata de robots colaborativos diseñados para ayudar a los humanos en el sector industrial. Su uso tiene un impacto muy positivo en la productividad laboral y calidad del producto final.
Los servicios de empleo estatales, que dependen tanto del big data, han sido también uno de los campos donde se dirime el futuro de la IA.
Qué empleos se verán más afectados
Ya se ha visto que la IA y sus aplicaciones la vida práctica no son algo surgido hace pocos años. Sin embargo, podemos decir que su verdadero potencial y su impacto más duradero sobre el mercado laboral es algo que pertenece aún al futuro de la IA.
Por ello resultan poco realistas y apresuradas las visiones catastrofistas inspiradas por la ciencia ficción y en particular por “2001, Odisea Espacial”. Pero también la previsión entusiasta y utópica que surge de la propia propaganda de las empresas desarrolladoras. Lo más realista es afirmar que aún no podemos calibrar de forma segura ese impacto.
Por el momento, parece seguro que unas profesiones se verán (se están viendo) más afectadas que otras.
El Telemarketing se suele mencionar como el ámbito laboral en el que han afectado los chatbots.
En el ámbito de la Educación, los profesores de determinadas disciplinas de Humanidades y lengua extranjera verán cómo la IA afecta a su trabajo de forma cada vez mayor.
En Informática, los programadores cuentan con herramientas con la aplicación Copilot de GitHub que ayudan a acelerar los tiempos de producción.
También se están beneficiando las compañías de seguros y los abogados.
El futuro del trabajo con la inteligencia artificial
Pero términos como “se verá afectada” o “influirá” en realidad no nos dicen nada si no los ponemos en contexto. Porque lo que preocupa a las personas trabajadoras es de qué forma tendrán que adaptarse a esta nueva revolución tecnológica.
La respuesta en realidad está implícita en la misma naturaleza de la inteligencia artificial. Es buena procesando ingentes cantidades de información a velocidades sorprendentes. Pero no supera al cerebro humano en muchos otros ámbitos y quizá no lo haga nunca.
Con un ejemplo práctico quizá se ve más claramente. Una IA superará a cualquier médico experimentado a la hora de listar todos los tipos de cáncer, sus diagnósticos y pronósticos. Pero ninguna IA es capaz de sentarse con un paciente y saber cuál es la forma más delicada de comunicarle que tiene leucemia y cuál será su tratamiento.
La intuición y la creatividad son solo algunas de las habilidades humanas que quedan fuera de sus múltiples posibilidades.
Con seguridad, los trabajos de carácter más repetitivo y que requieran de baja cualificación serán los primeros en ser sustituidos, quizá de forma total, por diversas aplicaciones IA. Y aquellos de carácter muy técnico quizá requieran de menor aportación de personal. Por lo tanto, desarrollar al máximo las habilidades blandas, aquellas en las que no puedes ser sustituido, será clave para adaptarse.
Por otro lado, resulta indudable que la generalización del uso de la inteligencia artificial está trayendo (y traerá) nuevos empleos de su desarrollo e implementación. Contar con una formación que nos permita utilizarlas correctamente también será clave.