Seguro que durante tu camino profesional alguna vez te has encontrado en una situación que, quizás por falta de experiencia, te ha costado solventar. En momentos como este, una figura externa con mayor experiencia que haya pasado por encrucijadas parecidas a la tuya puede ser de gran ayuda. El mentoring cumple una función y tiene una metodología muy concreta que puede asistirte en momentos como el que te hemos mencionado. Pero ¿sabes exactamente dónde y cómo encontrar al mentor perfecto? Si la respuesta es no, te lo explicamos a continuación.
¿Qué es el mentoring?
El mentoring con enfoque profesional consiste en un sistema fundamentado en la enseñanza que imparte la figura de un mentor dirigida al aprendizaje del mentorizado. El mentor, basándose en sus habilidades, experiencia y competencias únicas, instruye y motiva al mentorizado, apoyándolo en el proceso de aprendizaje y potenciando su creatividad. Por su parte, el mentorizado debe tener una disposición abierta a la escucha y también a la práctica y el debate.
Esta práctica ha demostrado su efectividad a lo largo de los años en casos reconocidos, como es el de Bill Gates. El fue mentorizado por Warren Buffet, un inversor y magnate norteamericano de gran relevancia. Otros, como el caso de Mark Zuckerberg y su mentor, Steve Jobs, son solo algunos de los ejemplos que nos ayudan a ver la utilidad y beneficios de la figura del mentor dentro del mundo laboral y personal.
Con su desarrollo, el mentoring se convierte en un recurso eficaz en el desarrollo de habilidades y competencias de los mentorizados. Este enfoque no se limita solo a la transferencia de conocimientos, sino que también desempeña un papel decisivo en la evolución y reciclaje de los profesionales a lo largo de sus carreras. Además, en el ámbito del mentoring, es esencial comprender que no se trata solo de recibir consejos y orientación de un mentor experimentado. El mentoring profundiza en otras estrategias útiles para los profesionales, proponiendo incluso tácticas de reskilling y upskilling en los planes de formación que pueden ayudar a los profesionales a evolucionar en su sector.
¿Qué dos enfoques principales hay?
Dentro del mentoring empresarial hay dos enfoques principales dependiendo de a quién vaya dirigido: grupal o individual.
El mentoring grupal permite que los profesionales compartan aprendizaje y experiencias en un entorno colaborativo y enfocado a la mejora continua. Esta vertiente, además de ayudar a las sinergias internas entre empleados, también puede ser especialmente beneficiosa para fomentar la comunicación interdepartamental y entre diferentes niveles de expertise. Entre seniors y juniors se impulsa el debate y la cooperación con respecto a objetivos y experiencias compartidas. Es común que el mentoring grupal forme parte de los planes de carrera para generar engagement que las empresas más valoran entre sus colaboradores gracias a sus probados beneficios.
El mentoring individual basa su metodología en un aprendizaje personalizado, enfocado en las necesidades específicas del mentorizado. Además se profundiza al detalle en aspectos clave en los que requiere ayuda del mentor. Se trabajan mediante sesiones privadas recogidas en un tiempo determinado, en la que el mentorizado podrá exponer sus dudas y su opinión o visión de los temas tratados.
Coaching vs mentoring, ¿en qué se diferencian?
Aunque en ocasiones estas dos metodologías puedan mezclarse de forma errónea, el mentoring y el coaching no son lo mismo, a pesar de que persigan unos objetivos comunes.
Con el mentoring, los objetivos se planifican y establecen a largo plazo, dándole un énfasis primordial a las relaciones entre profesionales. De esta manera, se pretende que no solo el mentorizado pueda crecer profesionalmente y aprender del mentor, sino que ambos se retroalimenten continuamente. De esta forma se establece un intercambio de conocimientos y habilidades beneficioso para los dos.
El coaching, sin embargo, tiene una temporalidad corta (en ocasiones inmediata) cuyo objetivo se enfoca en tareas específicas que el cliente quiere completar. En este caso, el coach ayuda al cliente a encontrar las respuestas por su propia cuenta, de manera unidireccional y muy especializada. Además, el coaching no requiere de un programa que especifique los objetivos o la transformación personal que se quiera conseguir, como sí que pasa con el mentoring.
¿Cómo encontrar al mentor perfecto?
En la elección del mentor perfecto, es esencial tener en cuenta, que la relación que se va a establecer entre ambos, no se limita a una simple narración de consejos. Mediante el diálogo y el debate, puede propiciar el inicio de un camino de desarrollo personal y profesional.
Es por ello que el proceso de elección de mentor debe ser muy concienzudo. Si bien muchos mentores pueden inspirarte y pertenecer a áreas de negocio que te beneficien o que consideres importantes, puede ser que haya aspectos del mentor que no encajen con tu manera de aprender o de relacionarte. Pon especial atención a aquellos aspectos determinantes a la hora de relacionarte con otra persona. Si los valores y manera de expresarse de tu mentor no casan con lo que tú necesitas, la relación entre ambos no podrá avanzar como debería. Además, quizá tampoco logres el objetivo que esperas.
¿Dónde puedes encontrarlo?
Para encontrar al mentor ideal para ti, además de buscar en tu red de contactos (tanto en línea como en persona) y en tu lugar de trabajo, puedes considerar otras opciones. Éstas te ayudarán a aproximarte más al perfil que te interesa. Las asociaciones profesionales, los espacios de coworking, las incubadoras o aceleradoras de empresa, los eventos de networking y las plataformas en línea especializadas en la metodología del mentoring son lugares perfectos para conectar con mentores que se ajusten a tus necesidades. Estos espacios dan la ocasión de interactuar con otros profesionales que compartan tus intereses y metas. Hecho que puede facilitar que encuentres a un mentor que se ajuste a tus características y objetivos.
Recuerda que la elección del mentor perfecto debe adaptarse en todo momento a tus necesidades y no al revés. Analiza en qué entornos puede ser más útil buscar a tu mentor. Recuerda que, potenciando esta figura y abriéndote a una actitud de escucha activa, tu camino de desarrollo profesional y personal evolucionará según tus expectativas.