A día de hoy, todos/as sabemos que un buen clima laboral es fundamental en cualquier empresa sin importar su tamaño. Un ambiente agradable en la empresa mejorará la calidad de vida de sus empleados y, por ende, el rendimiento de estos lo cual es un aspecto fundamental y clave para que una empresa tenga éxito (aunque ese no es el único motivo del éxito de una empresa, claro está). Pero en caso contrario, puede tener consecuencias nefastas para la empresa dado que habrá muchos más conflictos entre los empleados y su rendimiento se verá mermado.
Hay multitud de factores que influyen en el clima laboral, y su cuidado dará como resultado un clima laboral positivo. Entre esos factores podemos encontrar el respeto entre los/as trabajadores/as, los conflictos internos, las condiciones de trabajo, el sentimiento de cada trabajador hacia la propia empresa, la gestión de los jefes o superiores y su grado de autoridad, las relaciones con clientes y proveedores, el espacio de trabajo (iluminación, equipamiento…), la cooperación entre compañeros o los sistemas de recompensa que ofrezca la propia entidad.
Como hemos comentado, el clima laboral puede ser tanto positivo como negativo. Por eso, es necesario que la empresa realice una serie de encuestas para conocer cuál es su clima laboral, y tratar de detectar cuáles son los aspectos clave que influyen en él, y en cada caso, cuáles de dichos factores están influyendo negativamente.
Mediante una encuesta bien diseñada sobre el clima laboral, podemos obtener muchísima información sobre el grado de satisfacción/insatisfacción de nuestros empleados y detectar qué factores clave son los que están influyendo el ese ambiente de trabajo. Así, podremos conocer cuestiones como las necesidades formativas o personales de los/as trabajadores/as, sus niveles de implicación, su lealtad, quiénes son los líderes de grupo naturales…
Para la elaboración de la encuesta es requisito indispensable que los/as encargados/as de su elaboración tengan claros cuáles son los objetivos de la misma y estén cualificados para su diseño, así como conocer cuáles son las principales demandas/sugerencias de los/as trabajadores/as.
Es fundamental que este tipo de encuestas sean anónimas y confidenciales para favorecer que las respuestas sean sinceras, y para ello conviene realizarlas en un entorno agradable y en una situación en la que ningún factor externo pueda influir en las respuestas proporcionadas por los encuestados.
A nivel estratégico, los resultados de la encuesta servirán al departamento de recursos humanos para idear y desarrollar sus estrategias orientadas al aumento de los niveles de satisfacción de sus empleados y tomar decisiones sobre los cambios a realizar necesarios para corregir aspectos que están influyendo negativamente sobre su productividad. Del mismo modo, gracias a los datos obtenidos con la encuesta, se podrán reforzar aquellos aspectos más positivos y mejor valorados por los empleados, así como desarrollar otro tipo de acciones que los potencien.
El análisis de los datos arrojados por la encuesta debe ser realizado por personas competentes y cualificadas, de forma que permita analizar los resultados de forma global y por departamentos, para después realizar comparaciones y extraer conclusiones que sirvan para la toma de decisiones. Pero antes de realizar acciones, es necesario que dichos resultados sean compartidos con el conjunto de empleados a fin de que perciban que sus respuestas y comentarios han sido considerados adecuadamente y que son un reflejo real de la situación actual de la empresa. Tras esto, se llevará a cabo un plan de acción que implique a todo el equipo donde se establecerán las acciones según su importancia, cuáles son prioritarias y cuáles secundarias.
Al margen de lo que mediante las encuestas podemos detectar para tratar de corregir y mejorar el ambiente laboral, hay ciertos elementos de fácil puesta en práctica que ayudarán a crear un ambiente agradable y hacer que los empleados se sientan más cómodos y, por tanto, aumente su productividad. Cosas tan sencillas como detectar aquellos miembros del equipo que se podrían considerar como tóxicos y que repercuten negativamente en el resto del equipo, a los que se les debería ayudar a corregir su comportamiento para que su influencia negativa sea la menor posible.
Es importante que la oficina o el espacio de trabajo esté limpio y ordenado, que resulte cómodo en cuanto a mobiliario, climatización e iluminación o habilitar espacios de esparcimiento donde los empleados puedan airearse puede ser fundamental para mejorar el clima laboral.
El reconocimiento del buen hacer de los empleados es otro elemento que favorecerá la creación de un ambiente laboral positivo, así como el establecer canales de comunicación directos, facilitar el que los empleados puedan compartir sus ideas y sugerencias y que estas sean tenidas en cuenta o hacerles partícipes de las decisiones relevantes sin duda ayudarán a mejorar la percepción que los/as trabajadores/as tienen de la empresa y de sus superiores.
Tal como hemos comentado en otros artículos de nuestro blog, el favorecer la flexibilidad horaria y a conciliación familiar, o el desarrollo de planes de formación y ofrecer posibilidades de promoción, harán que tus empleados estén más satisfechos con su situación dentro de la empresa y esto hará que vayan más contentos a la empresa, favorezca su rendimiento y aumente la competitividad de la empresa.
Además, una buena manera de mejorar el clima laboral en las empresas es a través de las nuevas contrataciones. A través del análisis de la personalidad, un buen especialista en selección sabrá encontrar los trabajadores que mejor encajen en cada empresa. El equipo de selección de Synergie te puede ayudar a encontrar el/la trabajador/a ideal para tu empresa.
En definitiva, toda empresa necesita escuchar a sus empleados y tomar decisiones que favorezcan la creación de un entorno agradable, lo cual beneficiará tanto al empleado como a la propia empresa.