El concepto de Employer Branding significa, básicamente, proyectar una imagen de marca de empresa referente, de calidad, exitosa y donde se cuida especialmente al equipo humano. Pero esta imagen de marca solo puede ser proyectada por los propios empleados a través de sus relaciones con clientes, proveedores y demás contactos. Para ello, tenemos que convertir a nuestros empleados en los embajadores de nuestra marca gracias a su satisfacción y orgullo por pertenecer a la empresa.
El aval de un empleado contento
Partiendo de la idea de que no hay mejor prescriptor que un cliente satisfecho, en el Employer Branding podríamos considerar a nuestros empleados esos “clientes” que tenemos que lograr se sientan satisfechos con su trabajo, sus condiciones laborales, con el trato que tienen con sus superiores y con sus compañeros. Y son esos empleados la clave para trasladar la imagen de marca que queremos hacer llegar al resto del mundo.
La retención del talento humano es uno de los mayores retos a los que se enfrentan las empresas en la actualidad dado que, gracias a las nuevas tecnologías, las oportunidades laborales que un empleado puede encontrarse son numerosas y es un hecho que la rotación de plantilla es más habitual de lo que una empresa podría desear.
Y es por este motivo que, aquellas empresas que cuenten con un equipo de calidad, talentoso y productivo, deben hacer importantes esfuerzos por conseguir aumentar la lealtad y fidelidad de sus trabajadores a través de múltiples recursos como salarios, promoción, formación, comunicación y nuevos retos.
Retener a los mejores trabajadores no es una tarea fácil, pero en este artículo os vamos a detallar algunos de los factores clave que hacen que dichos empleados eviten la tentación de irse a la competencia gracias a su nivel de satisfacción en su puesto actual y se sientan orgullosos por poder trabajar en esa empresa.
No hay nadie imprescindible, pero…
Es frecuente escuchar aquello de “no hay nadie imprescindible” y puede que sea cierto, pero el coste que puede suponer para una empresa perder a algún empleado clave y especialmente valioso y con un elevado nivel de responsabilidad puede ser enorme, por lo que resulta más rentable tratar de retener a dicho empleado invirtiendo en él. También es importante considerar lo que ese empleado aporta a la empresa en cuanto a la manera en la que influye de forma positiva en el resto del equipo mediante su compromiso y rendimiento. Dado que pasamos gran parte de nuestra vida en el trabajo, es necesario que nuestra satisfacción sea elevada en el desempeño de nuestras tareas.
Es cierto que el salario es una herramienta importante pero no lo es todo y menos a largo plazo. Como ya comentamos en el artículo anterior Salario emocional: qué es, ejemplos y ventajas, hay ocasiones en las que otros factores al margen de la retribución repercuten en gran medida en la retención de los empleados. Aspectos como las oportunidades de promoción, la formación, el clima laboral, la conciliación familiar, el teletrabajo y demás recursos a disposición de las empresas pueden ser fundamentales para que un trabajador no se plantee siquiera irse de una empresa.
La clave es convertir nuestra empresa en el mejor lugar para trabajar posible y que el empleado se sienta valorado. Eso hará que no quiera marcharse y los demás deseen trabajar en su organización.
¿Qué puede llevar a dejar un trabajo?
Entre los principales motivos por los que un empleado se plantea dejar un trabajo podemos encontrar retribuciones bajas, falta de programas de formación y oportunidades de mejora, gestión inadecuada por parte de equipos directivos, mal clima laboral, largos desplazamientos hasta el lugar de trabajo o la falta de conciliación familiar y laboral.
Para que una empresa pueda saber cuáles son los motivos que están provocando que sus empleados de desvinculen es necesario la implementación de métodos para recopilar información clave como encuestas, cuestionarios a ex trabajadores o entrevistas personales antes del abandono de la compañía. Teniendo como base la información que podamos recopilar a través de estas herramientas, podremos diseñar e implementar métodos que reduzcan esa tasa de abandono. Así, podemos poner en marcha programas de mejora de los planes de desarrollo profesional, facilitar la conciliación familiar a través de horarios más flexibles, teletrabajo, recompensas con días libres por consecución de objetivos, planes de formación personalizados, mejora del clima laboral o acciones con el objetivo de la mejora de la comunicación entre equipos directivos y trabajadores.
Lo que una empresa debe tener claro que el talento no solo se retiene a través de la retribución económica. Puede ser una herramienta de atracción, pero se deben trabajar otras variables. La clave está en saber escuchar y observar qué es lo que los empleados requieren o demandan, saber adaptarse a sus necesidades para tratar de cubrirlas y que, finalmente, el empleado se sienta enormemente satisfecho con su situación laboral, con sus compañeros y con sus jefes, con sus condiciones laborales que permitan su desarrollo (tanto personal, como intelectual y laboral), la conciliación laboral y las oportunidades laborales y de crecimiento profesional que le ofrece su empresa.
Es así como lograremos tener un equipo motivado, satisfecho y productivo, que además proyectarán la mejor imagen que podemos desear de nuestra empresa. Y esta es la clave para retener el talento.