Quizás ya has escuchado que los 50 son los nuevos 40. Esta expresión que parece solo un aliento de ánimo contiene un sólido argumento: la esperanza de vida se alarga, las condiciones, tanto físicas como intelectuales, con las que se llega a la madurez son óptimas y la población mayor de 55 va en aumento. Envejecemos, pero las fuerzas todavía no flaquean.
Sin embargo, esta realidad choca con un mercado laboral anclado en prejuicios sobre las aptitudes de las personas con una cierta edad. Las oportunidades de encontrar un empleo bajan considerablemente cuando se alcanza la madurez. ¿Cómo encontrar trabajo cuando tienes más de 50?
Las barreras a la contratación de los mayores de 50 años
El número de parados mayores de 55 años representa casi el 13% del total de desempleados en el primer trimestre del año, según datos del INE. Esta cifra, lejos de disminuir, va en aumento conforme pasan los años y, previsiblemente, la crisis sanitaria no creará las condiciones necesarias para que mejore.
Las principales razones por las que las empresas son reticentes a contratar a personas mayores de 50 años son, por un lado, la creencia de que sus conocimientos están desactualizados. Pero también se tiende a pensar que tendrán dificultades a la hora de integrarse en un ambiente laboral más joven. Se teme, por otro lado, que exigirán salarios más altos debido a su gran experiencia o que su absentismo será mayor fruto de una salud más deteriorada.
Todos estos prejuicios responden a una mirada distorsionada y pobremente razonada. Es lo que se conoce como edadismo. En el ámbito laboral, hace referencia al sesgo, y, por lo tanto, discriminación, que existe en la sociedad a la hora de calificar la profesionalidad de una persona basándose en su edad. Ocurre también cuando la persona es joven, pero en el caso de las personas más mayores se convierte en un estigma difícil de desmontar.
La capacidad de aprendizaje se mantiene durante toda la vida
Dicho lo anterior, desmontar el edadismo tampoco es imposible. El avance de la digitalización obliga a toda la sociedad a mantener una actitud de perpetuo aprendizaje para adaptarse a las nuevas maneras. Dispositivos, tecnologías y formas de comunicarnos cambian y se transforman a una velocidad de vértigo. Quienes aprendieron las claves de Twitter hace 10 o 15 años tienen que seguir investigando sobre cómo manejarse en Twitch. O aprender a subir stories o reels de Instagram o Tik Tok. Es solo un ejemplo.
Sirvan otros como tratar con la administración online, teletrabajar y compartir información en la nube o hacer un curso de analítica web o de código gratuito impartido por una prestigiosa universidad. Todos, más mayores, más jóvenes, estamos en continuo aprendizaje y adaptación a la tecnología.
Por lo tanto, toca poner esta actitud en valor en el trabajo individual para empoderarse cuando se ha cumplido cierta edad. Pero no es una cuestión solamente personal, de actitud o autoestima. Es necesario acompañar estos esfuerzos con medidas que sensibilicen sobre esta realidad para incentivar la contratación de personas mayores de 50 años.
Experiencia y reskilling, combinación ganadora
Son varias las iniciativas desde las grandes empresas que quieren poner en valor el talento senior. Enfocadas básicamente en dos sentidos: mejorar la capacitación de personas en la madurez de sus carreras profesionales y favorecer el cambio en la cultura empresarial para incorporar este talento que produce una vida profesional dilatada.
Se trata de generar oportunidades lo suficientemente motivadoras para que los departamentos de recursos humanos no duden en incorporar en las plantillas a personas senior con un gran bagaje, que aportan el valor de la experiencia combinado con la adquisición de las aptitudes necesarias para abordar nuevas tareas. Son los procesos de reskilling fundamentales para hacer frente a los procesos de cambio y la innovación en las empresas.
Para añadir interés por este tipo de empleados que debieran sentir las empresas, los estudios demuestran, gracias a los resultados de encuestas y entrevistas, que las personas con 50 años o más sienten, en general, un gran compromiso con la empresa. A esto se suma que son empleados que conocen en profundidad su sector y tienen una cultura de trabajo perfectamente engrasada. Se manejan con fluidez en los ámbitos profesionales y controlan sus procesos formales e informales.
Estrategias para incorporar talento senior
En este sentido, algunas compañías empiezan a incorporar métodos para incrementar la diversidad de sus plantillas. Estrategias como el currículum ciego, en el que se evitan las ideas preconcebidas que pueda tener la persona que entrevista y que contribuyen a la falta de diversidad en la plantilla, una de las formas más habituales de discriminación y pérdida de talento.
Por su parte, instituciones en todos los niveles también han elaborado políticas de empleo encaminadas a hacer más atractiva la contratación de personas mayores de 45 años en forma de bonificaciones a las cotizaciones. Aunque todavía resultan insuficientes.
Consejos si tienes más de 50 y estás buscando trabajo
Si te encuentras en un proceso de búsqueda de empleo y tienes 50 años o más, es esencial que enfoques tu currículum a la solvencia que tu experiencia y conocimientos dan a tu perfil profesional. Por lo tanto:
- Revisa tu currículum y adecúalo a las nuevas formas de selección. Es muy importante que tu CV pase un primer cribado, que en muchas ocasiones lo hace un sistema automatizado. Por lo tanto, sigue las reglas de oro: que no exceda una página (te costará reducir tu experiencia pero renuncia a aquella que no esté relacionada). Da prioridad a aquellos empleos más recientes y de los que puedas resaltar éxitos. Es fundamental que adaptes tu CV a la oferta de empleo, a sus requisitos. Resalta las palabras clave, las keywords de tu profesión: esto es, conocimientos técnicos esenciales, software específico o habilidades concretas.
- Poner o no poner la edad. Todos aquellos datos como la edad, el sexo o, incluso, tu origen de nacimiento o la dirección donde vives no deben aparecer en el currículum. Aquello que pueda ser susceptible de discriminación descártalo de tu hoja laboral. Evita poner información que dé pistas sobre tu edad. Lamentablemente, todavía no hemos llegado a esa sociedad en la que no se discrimina por tener más años. Debes enfocarte en tu experiencia y orientarla a convencer sobre el valor que puedes dar al puesto según los logros conseguidos avalados por la profundidad de tu práctica.
- Hay varias iniciativas desde las fundaciones de grandes empresas orientadas a trabajar la empleabilidad de las personas mayores de 50 años. No te dejes ninguna sin aplicar.
- Amplía tu red, haz networking. Tu red de contactos será grande gracias a la acumulación de lugares y años de experiencia. Contacta con aquellas personas que conozcan tu forma de trabajar. El valor que tiene para un empleador conocer a la persona que va a contratar es atractivo. No te avergüences de ofrecer tus servicios, conocimientos y experiencia porque, en el mercado laboral también, la proactividad se premia.
- Aplica la forma de narrar del storytelling a la puesta en escena en búsqueda de empleo. Cuenta un relato adaptado a tu audiencia (quien te entrevista) en el que hilar tres cuestiones fundamentales: a quién te diriges (investiga la empresa), ¿qué valores promueve? (si es una empresa más tradicional o tiene una cultura más innovadora) y qué necesidades tiene (el puesto de trabajo y sus requisitos). Basa tu relato en estos tres pilares y ajusta tu experiencia y conocimientos al puesto. Ten en cuenta que muchas de las capacidades que se adquieren y consolidan son trasversales, por lo que pueden aplicarse a diferentes funciones.
- Fórmate para adquirir conocimientos punteros que estén provocando la innovación de tu sector. Tu perspectiva será muy valiosa porque combina la experiencia y la innovación.