La interpretación representa un papel fundamental en la comprensión de los signos. En todos los lenguajes, hay ciertas convenciones o acuerdos compartidos de manera general. También sucede con el lenguaje corporal. Cuando vas a trabajar, desde el momento de la entrevista, la comunicación no verbal, que ya se establece previamente al intercambio de saludos, aporta una información valiosa y clave a los empleadores. Comprenderla puede ayudarte a lograr tus objetivos laborales.
Ten en cuenta que este tipo de comunicación va a acompañar a todas las interacciones. Ya habrás observado que, en ocasiones, puede ocurrir incluso que con la palabra digas una cosa y con la expresión corporal otra. Aquí vas a encontrar algunas de las claves para ser coherente en lo que quieres transmitir, tanto con las frases como con el cuerpo.
Cómo habla tu lenguaje corporal
Ya sabes que en todo proceso de comunicación hay mínimo un emisor, un receptor y un mensaje. El ámbito laboral es el ecosistema ideal para poner en juego estos tres elementos. El éxito de este proceso se alcanza con el equilibrio entre lo que se quiere decir y lo que entiende quien lo escucha. Esta dialéctica se enriquece con otros códigos complementarios, como son los propios del lenguaje corporal.
Imagina que entraras en la oficina gritando un saludo. Probablemente tus compañeros pensaran que algo no iba bien. Igualmente, la discreción en la vestimenta es un signo más de tu lenguaje corporal. Procura ser correcto con el estilo de la cultura empresarial en donde trabajas. Evita pasarte de formal, pero sobre todo de informal. Y siempre cuida el aseo y la calidad de la ropa. ¿O qué sentimiento te produce ver a otra persona con la mitad de la camisa fuera del pantalón o de la falda?
Cómo sentarse en el trabajo
Si realizas el trabajo sentado y mucho más si atiendes cara al público en esta posición tienes la oportunidad de transmitir emociones positivas con tu actitud física. La conciencia postural es clave en este sentido. Vigila tu espalda, es decir, que esté recta pero relajada. Comprime abdomen y sitúa la barbilla en paralelo con el suelo. Ten en cuenta que las posibilidades infinitas de tu comportamiento empiezan en el lugar de partida.
Imagina cuando eres tú quien se dirige a un banco, por ejemplo, y la persona que está del otro lado de la mesa tiene los hombros caídos, la mirada en la pantalla o en el papel, o se reclina en el respaldo con aire exhausto. Es difícil establecer una comunicación constructiva y productiva desde esta posición. Piensa además que si pasas muchas horas en posición sentada, una correcta postura te ayuda a prevenir riesgos laborales y dolores físicos posteriores.
Aprende comunicación no verbal
La presencia física incluye desde la base de la planta del pie hasta el último pelo. No hay recetas universales, así que vas a tener que adaptarte al entorno. Sin embargo, como en un nuevo idioma, la inmersión es clave para el aprendizaje. Practica no solo en el ámbito laboral. Ser consciente de tus gestos, tics y movimientos contribuye a enriquecer tu psicología. Fortalece aquellos aspectos de tu personalidad que te gustan acompañándolos de un comportamiento que se corresponda con el sentimiento que expresa.
Por ejemplo, si estás alegre y quieres crear un entorno de diversión alrededor de ti, imagina un hilo que mantenga tu cabeza en alto y una fuerza que empuje tu pecho hacia delante. También tus mejillas se impulsarán hacia arriba y habrá un curioso brillo en tus ojos. ¿Y sabes qué? Es difícil mantener una emoción contraria a estas pautas, es decir, prueba a estar enfadado o triste mientras estás en esta posición. Verás que el cuerpo se resiste. El cuerpo quiere ser coherente y comunicar el mismo sentimiento de palabra y acción.
Puesta en escena en remoto
Ahora mismo, además de ser conscientes de cómo sentarse en una entrevista de trabajo presencial, cada vez más ocurre que esta primera prueba se hace en remoto. Llega la ocasión para llevar a la práctica lo que has leído aquí diseñando una puesta en escena que enriquezca lo que quieres contar de ti. Si estás en búsqueda activa de empleo lo primero es atender a la primera impresión que quieres dar. Todo ello desde donde hagas la prueba, sea tu domicilio u otro espacio.
Y recuerda las necesidades técnicas: el mejor lugar de conexión, el encuadre de la cámara o la iluminación (evita situarte a contraluz). Asimismo comprueba que el dispositivo soporta el software a usar y funciona correctamente el altavoz.
Aplicación práctica del lenguaje corporal
Ya desde mediados del siglo XX, gracias a los estudios del doctor Albert Mehrabian de la UCLA (Universidad de California), está demostrado que un 55% del peso de la comunicación se lo lleva la expresión facial. Para lograr el éxito en una negociación es clave mostrar verdad con una sonrisa relajada y las manos sobre la mesa o a la vista, en señal de que no tienes nada que ocultar. Y reprime todo tic nervioso como mover la pierna repetidamente o tocarte muchas veces el pelo o la cara.
Es clásico el sentido y la importancia del apretón de mano. Si te sientas a negociar o estás en un proceso de venta, la confianza es una condición necesaria. Por eso, debes aprovechar las herramientas que te ofrece tu lenguaje corporal. Crea un clima propicio para llegar a un acuerdo. Igual que en la comunicación verbal, una posición defensiva impide el diálogo. Por eso, evita sentarte con las piernas o los brazos cruzados.
Por último, los gestos también son recursos para situarte en una posición de ventaja en una negociación, por ejemplo. Puede consistir en un desvío de mirada para mostrar falta de interés en la propuesta cuando te interesa esa estrategia de distanciamiento de la oferta. O bien tocarte la nariz de manera reflexiva para evidenciar, por el contrario, tu interés en lo que te vende la otra persona.
Después de leer este post quizás esté pensando en estudiar artes escénicas. Mantén la calma. No se trata de representar un personaje sino de alinear lo que somos con lo que el resto percibe que somos. Y es sencillo si tienes en cuenta tu imagen pública y estos tips sobre el uso del lenguaje corporal.