Las personas con una actitud resiliente son aquellas capaces de manejarse con pericia en una situación crítica. Consiguen navegar a su favor y tienen la habilidad de afrontar las adversidades sin hundirse. Todo lo contrario, salen fortalecidos. En estos tiempos que se presentan cultivar una conducta resiliente es fundamental para salir airoso del envite. Si estás buscando empleo hazlo con la mejor actitud.
- Adapta tu currículum
Oriéntalo a los múltiples perfiles que tienes en función de las cosas que has hecho a lo largo de tu vida. Todo tiene potencial de desarrollo. Te encontrarás con más o menos ventajas dependiendo del grado de destreza que tengas de cada competencia, de cada conocimiento técnico. No importa que ahora no lo sepas, siempre se puede aprender. De hecho, estos son los tiempos del long life learning, el aprendizaje continuo que debe producirse a lo largo de toda la vida.
- Amplía y actualiza tu formación
Años desempeñando la misma actividad nos han permitido desarrollar una serie de cualidades realmente valiosas para una empresa. Pero también se adquieren malos hábitos e inercias improductivas. Las competencias que tenemos son una excelente base sobre la que seguir construyendo gracias a la formación. Busca aquella que te haga avanzar profesionalmente para conseguir definir más tu perfil o actualizarlo.
Por otro lado, explora otras opciones potenciando habilidades adquiridas en otros ámbitos distintos al laboral, por ejemplo, tus aficiones.
- Busca alternativas laborales
El equilibrio entre nuestras aspiraciones y las oportunidades que ofrece el mercado laboral es el término medio donde hay que mantenerse. Qué hacer con lo que hay y con lo que se tiene. La creatividad es una buena aliada en este punto. No dejarse llevar por los prejuicios y hacer el ejercicio de ver opciones donde antes no las veías.
- Aleja el perfeccionismo
Las oportunidades pocas veces se presentan redondas. Una oportunidad es asir el cabo de un hilo e ir tirando para ver a dónde nos lleva. El momento perfecto tampoco llega o, mejor dicho, el mejor momento es ahora. La fase beta de cualquier proyecto solo significa que tiene recorrido de mejora no que no se pueda empezar ya. Aunque cunda el desánimo sigue con determinación.
- Rodéate de personas que sean un soporte
Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que se produce un beneficio para la mayoría de personas si permanecemos unidos. Todo lo contrario que ocurre con la competencia mal entendida. En la medida en la que participamos de lo colectivo y nos unimos por objetivos comunes somos más resistentes. Las personas resilientes han tenido, al menos, una persona que les ha brindado su apoyo, alguien que ha creído en ellas. Gracias a esto han salido reforzados de situaciones muy duras.
- Observa y permanece atento a las posibilidades
Ten una actitud abierta, positiva y bien informada sobre nuevas oportunidades. No descartes ninguna, aunque sea solo como ejercicio de la imaginación. Imaginarlo es darle una oportunidad. Teniendo claro que hay que analizar los posibles escenarios que puede producir una decisión es importante dar el primer paso. Muchas veces, el camino se define mientras lo andamos. Hay que tener valentía.
- Mantén la mente abierta
Haz una búsqueda de empleo multiplicando las posibilidades. Conseguir un puesto de trabajo gracias a nuestros contactos es la vía que más efectiva. Pero también recurrir a servicios profesionales que tienen un amplio conocimiento del mercado laboral. Es un buen momento para empezar a utilizar las redes sociales para la búsqueda de empleo. Haz networking siempre que se presente la ocasión e incluye tu currículum en los portales de empleo. Apuesta por las candidaturas espontáneas, es decir, contacta con las empresas para las que te gustaría trabajar y hazles llegar tu CV.
Acompañar nuestra estrategia en la búsqueda de empleo con una buena actitud ayudará a agilizar y a multiplicar el efecto de los esfuerzos para conseguirlo.