Una parte significativa de la Prevención de Riesgos Laborales (PRL) atañe al departamento de recursos humanos. Aquí vas a encontrar la definición de los principales conceptos con especial atención a la PRL en el teletrabajo, destacado a partir de la pandemia. El progreso en la garantía de la seguridad de los trabajadores ha cambiado en paralelo con la legislación. Salud mental y ergonomía son un must del trabajo en remoto.
Gestión de la prevención de riesgos laborales
La seguridad y salud en el trabajo es un derecho de las trabajadoras y los trabajadores y un deber de la empresa que se alcanza aplicando los principios de la acción preventiva recogidos en la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales.
Aunque todas las fotos muestran trabajadores con cascos subidos a escaleras y puedas creer que la prevención de riesgos laborales afecta solo a riesgos de daños físicos, lo cierto es que este aspecto laboral es mucho más amplio. Desde hace más de tres décadas, España cuenta con normativa que busca garantizar la seguridad y salud de las plantillas. Los departamentos de recursos humanos son conscientes de la importancia de cuidar a la fuerza laboral, por lo que la gestión de la prevención de riesgos laborales cada día es más elaborada y eficaz.
La responsabilidad de las empresas se dirige hacia el desarrollo de una verdadera cultura preventiva. No se trata solo de diseñar algunas medidas puntuales, sino de cambiar la mentalidad de la plantilla para que la seguridad sea sostenida entre todos. El bienestar del personal redunda en beneficios tanto para los propios trabajadores como para la compañía. Es por esta razón, que invertir en el desarrollo de un plan de prevención de riesgos laborales, garantiza la salud individual y empresarial, fortaleciendo la resiliencia de la organización.
¿Qué es un plan de prevención de riesgos laborales?
La ley obliga a las empresas a contar con un plan que programe las actuaciones previstas. Además de anticipar las posibles situaciones de riesgo y generar las condiciones que prevengan posibles daños, este plan debe incluir otros apartados. Entre otros, está programada la implicación de los trabajadores. La plantilla debe participar en los trabajos de prevención a través de los dos grandes canales de comunicación que promueve la Ley: el Comité de Seguridad y Salud y los Delegados de Prevención.
A su vez, en la línea de la tendencia a generar equipos diversos e inclusivos, el plan de prevención de riesgos laborales debe prestar especial atención a los trabajadores en situación de vulnerabilidad, ya sea por su salud como por las características del puesto o el tipo de contrato. Como complemento a esta previsión, la compañía tendrá que diseñar el seguimiento y evolución de las medidas que se hayan tomado. También debe contemplar los recursos humanos destinados a garantizar la consecución de objetivos, detallando la jerarquía de la organización preventiva de la empresa.
Por otra parte, el plan de PRL debe contemplar los “puntos críticos”, es decir, aquellos aspectos de la actividad laboral que suponen un riesgo pero que no pueden eliminarse. La compañía es responsable de localizarlos y señalarlos. Este plan es un documento dinámico que se adapta a las circunstancias cambiantes, como las derivadas de la transformación digital acelerada por la pandemia. Trabajar en remoto conlleva unas condiciones laborales diferentes que la nueva Ley 10/2021, de 9 de julio de trabajo a distancia, recoge.
Más seguridad en el teletrabajo
Uno de los aspectos que debe recoger el plan de prevención de riesgos laborales es el detalle de actuaciones y objetivos en materia de salud y seguridad laboral. La normativa recoge la posibilidad de que los trabajadores realicen revisiones médicas de su estado de salud. Cada día se atiende más, no solo a los rasgos físicos, sino al bienestar emocional y psicológico de la plantilla. El trabajo en remoto puede conllevar la sensación de aislamiento o producir situaciones de estrés. Por tanto, el plan de PRL debe promover también dinámicas de team building para fomentar la relación entre compañeros y paliar estos riesgos.
Otro de los factores analizados como riesgos en el teletrabajo tiene que ver con la adaptación de nuevos lugares de trabajo. Al salir de la oficina, donde los espacios estaban controlados por los técnicos de PRL, los principales riesgos detectados están vinculados a:
- Trastornos musculoesqueléticos (TME). Mantener posturas estáticas y el diseño del puesto de trabajo.
- Fatiga visual asociada a muchas horas frente al ordenador, sin los descansos adecuados.
- Derivados de la organización del trabajo. Aquí es conveniente asegurar el derecho a la desconexión contemplado en la normativa y que previene los estados de estrés.
La empresa debe facilitar los criterios ergonómicos, de iluminación, descansos y otros elementos del ambiente que cuidan la salud y seguridad de los empleados. Así pues, la metodología para conseguir una adecuada gestión de la prevención de riesgos laborales abarca principalmente estas fases:
- Fase 1: Plan de Prevención.
- Fase 2: Evaluación de riesgos laborales.
- Fase 3: Formación e información.
- Fase 4: Vigilancia de la salud.
Bajo el paraguas de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales
La ley también obliga a las empresas a diseñar programas de formación a los trabajadores en materia de prevención de riesgos laborales. De manera periódica, la plantilla debe conocer las medidas preventivas, los planes de emergencia o las actualizaciones de estos. La comunicación es clave en este sentido.
Por otra parte, la ley establece los procedimientos para el cumplimiento de las normas en materia de prevención de riesgos laborales. Desde la pandemia, uno de los aspectos que ha cobrado protagonismo es la higiene. Este procedimiento amplía el protocolo que se sigue en el sector industrial, cuya principal función es identificar, medir y controlar los contaminantes físicos, químicos y biológicos que puedan dar origen a una enfermedad.
Por último, debemos destacar que la vigilancia de la salud mental, tan necesaria en la actualidad, implica la coordinación entre el área técnica, todos los departamentos o distintas compañías implicadas en el desempeño de un trabajador y los responsables de dicha vigilancia. Esta cooperación es un elemento fundamental para que la gestión de los riesgos psicosociales sea verdaderamente efectiva.