Trabajar no debiera ser tedioso, al menos no todo el rato. Cuando el aburrimiento se mantiene a lo largo de los días estamos ante un problema que tiene nombre: boreout, es decir, aburrimiento crónico o cronificado. Las tareas repetitivas, rutinarias, son las que más fácilmente pueden ser desmotivadoras y provocar una pobre identificación con el trabajo que se realiza. Este estado frente a las tareas o durante la jornada laboral puede desencadenar una depresión si no se pone remedio a tiempo.
¿Qué significa boreout?
El término boreout hace referencia al fenómeno que se produce cuando afrontar la jornada laboral se convierte en un infierno al tratar de lidiar contra el aburrimiento. Es un término relacionado con el bienestar laboral que fue introducido por Philippe Rothlin. Digamos que el boreout es sucumbir a ese aburrimiento y deslizarse sobre las horas con un profundo tedio.
Se puede reconocer que se padece síndrome de boreout cuando la sensación de apatía y falta de motivación se repite un día tras otro. Con el tiempo, la percepción se intensifica y aparece la falta de autoexigencia, de que no se está dando todo lo que se podría dar. Desaparece el estímulo para crecer, de avanzar.
Quienes experimentan estos síntomas empiezan a sentir falta de reconocimiento en su desempeño y la desgana envuelve toda la jornada.
Muchas veces, este aburrimiento lleva a adoptar lo que se conoce como estrategias de afrontamiento que tratan de paliar el aburrimiento y poder percibir que sí se es productivo. Se recurre a hacer compras online, consultar redes sociales o planificar actividades fuera del ámbito laboral.
El problema es que esto puede alargarse durante meses o años, ya que quien sufre síndrome de boreout no colapsa tan rápidamente como sí ocurre cuando hay mucho estrés o sobrecarga. Además, el estigma que recae sobre la falta de productividad hace que se evite hablar del tema. Cuando por fin se reconoce, suele llevase largo tiempo sufriéndolo y puede haber una mayor dificultad en revertir las consecuencias.
Tareas repetitivas, mobbing en la empresa, liderazgos ineficaces pueden estar detrás
Que el tedio aparezca en un puesto de trabajo puede tener causas varias. Hay puestos de trabajo donde las tareas son repetitivas o monótonas. Desempeñando estos, es más probable que las personas que los ocupan caigan en un boreout. Esos trabajos son así y hay que urdir estrategias para sobrellevarlos.
Sin embargo, cómo se ha llegado a realizar esas funciones monótonas no siempre es algo que depende de quien las realiza. Tras el síndrome boreout también puede estar un problema de acoso laboral o mobbing. Una de las tácticas más frecuentes de un superior que ejerce mobbing es adjudicar tareas repetitivas o carentes de sentido para minar la confianza de la víctima.
Otra de las causas puede encontrarse en la sobrecualificación. Cuando alguien detenta un puesto para el que está excesivamente cualificado es fácil que las tareas que debe llevar a cabo no supongan un desafío suficiente para mantener la motivación y la satisfacción. Entonces aparece el aburrimiento porque la jornada laboral no ofrece retos interesantes que estimulen las ganas de mejorar. El problema puede estar en una mal ajustada política de recursos humanos.
Por último, un liderazgo demasiado jerárquico donde reina la falta de confianza en las personas. El que no se delegue ni distribuyan adecuadamente las tareas también puede provocar que algunas personas, seguramente las menos conflictivas y más conformistas, se ocupen siempre de las tareas más tediosas.
El excesivo control, a través de lo que se conoce como micromanagement, que consiste en una excesiva supervisión de cada cometido, hace que las labores se desempeñen con un protocolo desmesurado, lo que no permite una fluidez y resultan pesadas. También la inconcreción de roles puede hacer que el día a día de algún trabajador se proponga carente de responsabilidades.
Este síndrome puede afectar a otras facetas de la vida
No poner remedio a este problema a tiempo puede llevar a un trabajador a una depresión, ansiedad causada por estrés. Por añadidura, puede impregnar otras facetas de la vida. Llevar a querer jubilarse anticipadamente y tener una mala autopercepción de la salud.
Las consecuencias perjudiciales para las empresas son altas tasas de rotación, pérdida de productividad e insatisfacción laboral en el seno de la plantilla, lo que generaría un mal ambiente y como consecuencia se tendrán dificultades para tanto para retener talento como para atraerlo.
Buscando soluciones y motivación para acabar con el boreout
Se podrán ofrecer soluciones dependiendo de la causa que haya generado el síndrome de boreout. En un aspecto más individual, algo que funciona es desarrollar la motivación desde dentro, puesto que los estímulos externos son pocos. Por ejemplo, ponerse retos como hacer las cosas en menos tiempo o imaginar cómo se implementarían mejoras en el proceso. También poner en valor lo que se hace en relación con el resto de la organización. Si el puesto lo permite, la formación puede ser una forma de acabar con la rutina y sacar un beneficio.
También se puede compensar con una pequeña gratificación por cada tarea aburrida. O, aprovechar para alternar las labores más tediosas con las que requieren una mayor concentración para dar un descanso al cerebro.
Tener un trabajo aburrido puede remediarse con unas buenas relaciones en el trabajo. La satisfacción no tiene por qué venir siempre del lado del desempeño. El contexto es importante, sentir reconocimiento por lo que se hace o construir unas buenas relaciones con el resto de compañeros también tiene como resultado la felicidad en el trabajo.
Visibilizar que te aburres en el trabajo
Los expertos señalan que algo interesante puede ser desculpabilizar el aburrimiento para que se pueda poner encima de la mesa y abordarlo. Alegan que aburrirse en tu puesto es un estigma porque el éxito o la felicidad, la autorrealización, se vincula con frecuencia al ámbito profesional. Del mismo modo se romantiza el exceso de trabajo hasta el punto de que los comportamientos de sobrecarga son muchas veces recompensados y reconocidos. Los de aburrimiento, sin embargo, no lo son porque se asocian a la falta de interés y motivación.
Por lo tanto, si crees que el aburrimiento integra una parte demasiado importante de tu trabajo, que se ha hecho un aburrimiento crónico, es hora de ponerle fin. Habla con tus responsables y con amigos y familia para darle una solución cuanto antes.
La respuesta no debe venir solo por parte del empleado, no se puede dar una solución individual a este problema. Dar significado al trabajo compete a la empresa, la cultura de la organización debe garantizar que las personas se sientan valiosas.