Las personas con discapacidad tienen igualdad ante la ley, aunque erradicar la discriminación es una meta para la que falta mucho camino por recorrer. Recientemente, se ha aprobado la reforma legal para eliminar la incapacitación judicial no legal de las personas con discapacidad, lo cual supone otro avance. En este post, resumimos la actualidad laboral del personal con discapacidad y hablamos sobre algunos obstáculos que puedes encontrar y consejos para superarlos.
¿Qué trabajos pueden hacer las personas con discapacidad?
En el artículo 49 de la Constitución se determina que los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de las personas con discapacidad física, sensorial y psíquica, a los que prestarán la atención especializada que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que la Constitución otorga a todos los ciudadanos.
Desde que se aprobara la Ley General de las personas con Discapacidad y de su inclusión social (LGD) en el 2013, el número de contratos a este colectivo iba aumentando progresivamente. Sin embargo, tras la COVID-19, ha caído un 32%. Según los datos del Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo (Odismet), en 2020 se destruyeron más de 100.000 empleos y la firma de contratos cayó hasta los 248.500.
Según esta norma jurídica, todas las empresas con 50 o más empleados tienen la obligación de contar con un 2% de trabajadores con certificado de discapacidad de al menos el 33%. Existen medidas alternativas para las empresas, como la donación o los contratos con los Centros Especiales de Empleo (CEE), pero en principio, hay canales de inserción para facilitar la empleabilidad de las personas con discapacidad.
Estos enclaves laborales entre empresas y CEE tienen ventajas como favorecer la inclusión de trabajadores a empresas de manera estable, pues estos contratos ofrecen un mínimo de 3 meses y un máximo de 3 años. La empresa, a su vez, conocerá a la persona con discapacidad y optimizará su incorporación a la plantilla. Pero, sobre todo, estas sinergias contribuyen a la promoción de la autonomía, al cambio de la sociedad hacia una más inclusiva y a la erradicación de toda forma de discriminación.
No obstante, la pandemia ha obligado a tomar medidas generales que han puesto en riesgo las necesidades específicas de colectivos como las personas sordas, que han visto reducida su capacidad de comunicación con el uso generalizado de mascarillas, o las personas con discapacidad intelectual, que al verse privadas de los cursos presenciales han denunciado el impacto negativo en su integración.
Acceder al mercado laboral tras contar con formación específica y titulación ya no es consecuencia necesaria para el conjunto de la población, incluidas las personas con discapacidad. Las empresas valoran otras competencias, soft skills, capacidad de aprendizaje y adaptación al cambio. Estas habilidades pueden ser adquiridas por los colectivos con diversidad funcional y, por tanto, su discapacidad no debería ser un obstáculo para encontrar trabajo.
Las categorías profesionales que se corresponden con la empleabilidad de las personas con discapacidad son variadas y van a depender de que en esos puestos de trabajo se adapten las condiciones a sus distintas necesidades y se les proporcione un desarrollo coherente con sus características. Algunos ejemplos son auxiliar de oficina, comercial o personal de tienda, mozo de almacén, operario de limpieza, manipulador de alimentos, ayudante de pastelería, auxiliar de cocina, pinche, peón de lavandería o auxiliar de laboratorio.
¿Cómo conseguir trabajo para personas con discapacidad?
Los datos de Odismet, que corresponden al 2019, reflejan la diferencia entre colectivos pues solo el 34,5% de las personas con discapacidad estaban activas desde un punto de vista laboral, frente al 77,7% de las personas sin discapacidad. Otro dato relevante es que los salarios de media no llegan a los 20.000 € brutos anuales, son un 17% más bajos.
A estos datos se suma la triple discriminación en casos donde interseccionan el ser una persona discapacitada, joven y mujer. Algunos colectivos se muestran especialmente vulnerables, como las personas con trastorno del espectro autista (TEA), entre las que el paro asciende al 90%. Uno de los objetivos de la Ley de Discapacidad Laboral es cambiar la percepción de la sociedad para ver a este colectivo como fuente de talento y diversidad funcional que enriquezca el mercado laboral.
El personal con discapacidad no necesita informar de su condición en el proceso selectivo para optar por un empleo si la oferta no es específica para cubrir la cuota certificada. Puede ser una información relevante en la entrevista, como aconsejan testimonios particulares.
En este contexto, la formación es una herramienta clave. Las competencias digitales, especialmente la programación, pueden ser una vía de acceso al mercado laboral, también para personas con discapacidad. Sin embargo, algunas de las tareas de sectores ocupados por este colectivo, como la limpieza o la industria, no admiten la conversión al trabajo en remoto.
Por ello, la formación profesional impacta positivamente en la integración de las personas con discapacidad. Este ciclo educativo ofrece más de 140 títulos entre básica, de grado medio y superior. Las administraciones educativas deben reservar plazas para alumnado con discapacidad, que no podrá ser inferior al 5% de las plazas ofertadas. Otra ventaja de la formación profesional es que suele dedicar el 25% de las horas a realizar prácticas en empresas, facilitando así la integración de los usuarios en el mundo laboral.
Algunos consejos útiles
Para terminar, es importante que si perteneces a este colectivo y estás en búsqueda activa de empleo sigas estos consejos. Lo más útil es que seas organizado. Para ello programa tu día, dividiendo el tiempo en la elaboración del CV, en mantener unas cuidadas redes sociales y en contactar con asociaciones de personas con discapacidad.
Aprovecha también para establecer relación con el servicio de empleo de tu comunidad autónoma que te informará sobre las ofertas que se ajusten a tu perfil. Es muy importante que elabores una lista con lo que más te gusta de ti, como que eres puntual o que te agrada trabajar en equipo, junto con las razones por las que quieres trabajar en determinadas empresas (aparte de la evidente motivación de la independencia económica). Por ejemplo, que quieres aprender y participar en su sector.
Con todos estos conocimientos, estarás preparado para lograr el trabajo tras la entrevista. Recuerda acudir solo. Si necesitas ayuda para la comprensión de las condiciones y la firma del contrato, más adelante podrá acompañarte tu tutor. Por último, si eres de los que la entrevista te pone nervioso, ¡nunca está de más tomarse una tila previamente!