Se conoce como salario mínimo interprofesional (SMI) a la cantidad mínima que debe recibir una persona en pago por su trabajo. Esta retribución se calcula por jornada completa y la establece el gobierno de turno tras la consulta y acuerdo con los agentes sociales (patronal y sindicatos).
Para este año 2020 se ha fijado esta cantidad en 950 euros mensuales. O lo que es lo mismo, 31,66 euros/día. En el caso de jornadas parciales se pagará la parte proporcional. Para trabajadores eventuales, es decir, aquellos que trabajan menos de 120 días al año, también se establece un precio mínimo por hora trabajada de 44,99 euros al día. De la misma manera, las empleadas del hogar se benefician de la fijación del precio por su hora de trabajo. Este año será de 7,43 euros la hora, según el Real Decreto.
Te contamos, a continuación, cómo afectará la subida del SMI, medida que favorecerá a unos dos millones de personas y tendrá efecto retroactivo desde el 1 de enero.
No todos los sueldos suben con el aumento del salario mínimo
Pero no todo el mundo se beneficiará automáticamente de esta subida. El incremento afectará únicamente al salario base (pagas extras incluidas) y los complementos comunes a todos los trabajadores, es decir, los pluses por convenio. El resto de pluses y complementos no aumentarán.
Más concretamente, será en el epígrafe “salario base” de la nómina donde aparecerá reflejada la subida de cincuenta euros.
Esta mejora solo se verá reflejada en los salarios más bajos ya que el resto de sueldos no aumentarán en virtud a este decreto. Aun así, se considera que la medida impulsa el alza del resto de salarios. Es positiva porque anima el consumo interno y, por lo tanto, a la producción de bienes y servicios, es decir, al empleo.
Otra cuestión que tener en cuenta es que el llamado salario en especie (tickets restaurant, ayuda a pensiones…), no contabiliza para el cálculo del salario mínimo interprofesional, por lo tanto, no tiene por qué verse modificado.
Mejora en las ayudas y de las arcas públicas
El aumento del SMI incide también sobre las bases de cotización a la Seguridad Social. Esto afecta a algunas ayudas, como por ejemplo a las prestaciones por desempleo que se calculan a partir de este referente. La base mínima de cotización se convierte en 1.108 euros mensuales. La recaudación para las arcas públicas que se espera con esta subida es de unos 247 millones de euros.
Pese a que todo parecen beneficios también hay voces en contra que piensan que esta subida carga excesivamente los costes laborales y, por lo tanto, afectaría a la contratación o al incremento del empleo sumergido.
¿Todos los países aplican un salario mínimo?
El salario mínimo es una medida que se aplica en los países con el fin de proteger a los trabajadores del pago de remuneraciones excesivamente bajas. Según recoge la ILO (Organización Internacional del Trabajo) más del 90% de los países que integran este organismo lo aplican en sus territorios. En la UE todos los países lo establecen.
El SMI es también un indicador del desarrollo económico de un territorio.
La Carta Social Europea recomienda que, para que las rentas que se obtienen del trabajo sean suficientes para tener una vida digna, esta cantidad debe ser al menos el 60% del salario medio. La remuneración ideal para España, conforme a esta afirmación sería de 1.200 euros, un reto que está previsto alcanzar al final de la legislatura, según el pacto de gobierno.
En nuestro país la cuantía del salario mínimo se determina teniendo en cuenta varios factores como son el Índice de Precios al Consumo (IPC), la productividad media nacional y la coyuntura económica en general, tal y como queda reflejado en el Estatuto de los Trabajadores.
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