Cuando empieza tu vida laboral son muchas las dudas que te asaltan. Desde las normas básicas que tienen que ver con el día a día, las jerarquías en los centros de trabajo o las formas especiales con las que nos comportamos en el mundo laboral. Muchas veces se trata de códigos que no están escritos en ningún sitio pero que funcionan con el mismo rigor por la fuerza de la costumbre. Sin embargo, normalmente solo acudes a las fuentes del derecho laboral cuando te encuentras con un problema, como puede ser un despido o un desacuerdo por el que crees que tus condiciones laborales no se están respetando. Es entonces cuando se acude al convenio colectivo para resolver esas dudas.
Las normas y reglas que ordenan el derecho laboral
Los derechos laborales de las personas que trabajan por cuenta ajena en España se recogen en diferentes normativas y reglamentos. Acuerdos internacionales, europeos, leyes españolas con la Constitución a la cabeza, el Estatuto de los Trabajadores (ET) como norma básica, los convenios colectivos y, por último, los contratos regulan estos derechos sobre el trabajo. Los convenios colectivos son acuerdos pactados entre la empresa y quienes trabajan en ella y/o los representantes de ambas. Se sellan mediante la negociación colectiva.
Las empresas, al iniciar su actividad, deben elegir el tipo de convenio por el que se regirán sus relaciones laborales. Este tiene que ser el más ajustado al tipo de actividad principal que realizan y a la región en la que operan. Así que son estos aspectos, el funcional y el territorial, los que clasifican los convenios y pueden ser del sector, estatal, interprovincial o incluso local. Algunas empresas, sobre todo las que tienen una gran cantidad de empleados, pueden tener un convenio propio.
¿Un convenio es para siempre?
Pese a que la firma de convenios son procesos largos, llenos de reuniones, tensiones entre las partes, mesas de acuerdos, concesiones y líneas rojas, los convenios colectivos no son nunca definitivos. Tienen un periodo de vigencia limitado que está condicionado por las transformaciones que se van produciendo en la actividad, pero también en la sociedad, y que necesariamente deben verse reflejadas en las condiciones laborales que se van adquiriendo.
Normalmente tiene una validez de dos o tres años, al cabo de los cuales suele producirse una prórroga tácita que se renueva año tras año hasta que a una de las partes le parece oportuno negociar un nuevo acuerdo y promueve la negociación. Es entonces cuando se “denuncia” el actual convenio y comienza el proceso de negociación de uno nuevo. Finalizada la negociación, el nuevo texto se registra y se publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El convenio colectivo parte de unos derechos básicos laborales que pretende mejorar. Este fundamento es el Estatuto de los Trabajadores, en el que están definidos los derechos mínimos que asisten a quienes trabajan para otros. Es el reglamento donde se definen derechos como puede ser el de vacaciones o el de huelga. Un convenio colectivo tiene menos rango normativo y nunca puede restar derechos por debajo del ET. Ni, por supuesto, de ninguna otra ley que tenga como materia el derecho laboral.
Dónde puedo encontrar el convenio
Ahora que ya sabemos qué tipo de norma es un convenio colectivo y qué lugar ocupa dentro de los derechos laborales (también define ciertas obligaciones) ¿cómo puedes averiguar cuál te corresponde como trabajador? Desde el año 2018 es obligatorio que las empresas reflejen en los contratos el código de convenio que se aplica. Por lo que si necesitas acudir a él para resolver alguna duda tienes que mirar en el apartado correspondiente en tu contrato laboral. Las empresas de trabajo temporal, por su parte, deben informar sobre el código del convenio colectivo tanto de la propia ETT como de la empresa usuaria, teniendo en cuenta el puesto de trabajo del empleado.
Puesto que los convenios colectivos se publican en el BOE una vez cerrado el acuerdo y registrado, es muy cómodo consultarlos por internet, simplemente buscando por actividad. Por ejemplo, si buscas “convenio colectivo de contact center”, te aparecerá el articulado donde se definen tus derechos y obligaciones si eres teleoperadora. No obstante, no siempre está tan claro, así que lo mejor es preguntar a los representantes de los trabajadores de tu empresa por el convenio que se aplica donde tú trabajas.
Qué información aparece en el convenio
En los primeros artículos de los convenios colectivos se expone la información que corresponde al ámbito de aplicación, a qué territorio afecta o a qué actividad concreta se refiere. Aparece también información relativa a la duración, pero no tanto a una fecha de finalización como, de una manera abierta, definiendo un protocolo para la denuncia del convenio o haciendo referencia a las prórrogas si el acuerdo entre las partes permanece.
A continuación, aparecen reguladas diferentes materias que pueden ser más de tipo económico como los salarios, dependiendo del grado de especialización, los pluses y otro tipo de remuneraciones. También definen los tipos de jornadas, descansos y vacaciones, permisos remunerados, condiciones para las excedencias o las clasificaciones profesionales. Además de las condiciones de trabajo o procedimientos para solventar las discrepancias. Últimamente, y si las empresas están obligadas a ello, también se incorporan los planes de igualdad.
Para qué sirve un convenio colectivo
Es fundamental que quienes trabajan de forma asalariada sepan qué convenio es el que aplica a la empresa que les emplea. Conocer los derechos que te asisten es algo fundamental para tener una buena relación laboral. Los convenios definen cuestiones más apegadas a la realidad del día a día de los trabajos. Regulan aspectos muy específicos y tienen en cuenta las condiciones especiales de la actividad a la que se refieren, por lo que son realmente útiles para saber qué puedes y qué no puedes hacer en tu trabajo.
Los convenios colectivos contribuyen a que haya paz laboral y que los desacuerdos por el conflicto de intereses entre trabajadores y empresa no dificulten la actividad. La función principal de los comités de empresa es la defensa de los derechos de todos los trabajadores de una empresa, por lo que es importante que participes o, al menos, que hagas seguimiento del trabajo que realizan para tener garantías de que tus derechos laborales y los de tus compañeros están siendo atendidos o, en otro sentido, no están siendo vulnerados.