En un CV las habilidades más destacadas tienen que tener un lugar preferente. A veces incluso por delante de apartados tradicionalmente más importantes, como la experiencia o la formación. Porque para determinados puestos, habilidades como dominar idiomas pueden ser imprescindibles para el desarrollo de la actividad.
Si no dominas por completo un idioma, quizá conviene que coloques esta info en un sitio más discreto y des más relevancia a los puntos fuertes de tu trayectoria. Sea cual sea tu caso y el puesto al que aspires, te contamos cómo orientar el apartado de idiomas en tu currículum.
Un curriculum vitae con idiomas siempre brilla más
Especialmente desde que hace unos años las empresas han optado por una mayor internacionalización. Bien es cierto que sigue siendo complejo y este paso solo lo dan los negocios más estables o las empresas más potentes. Pero, en líneas generales, la conclusión es que se requiere a muchas más personas que hablen un segundo o tercer idioma.
El idioma estrella es el inglés, sin lugar a dudas. Pero también cuentan con una representación importante en la demanda de perfiles por parte de las empresas aquellos que incluyen el francés, el alemán, el portugués o el italiano. Por otro lado, todos los hablantes tenemos la suerte de contar con nuestra lengua materna. El castellano es también un idioma muy demandado en el mundo, por lo que una experiencia laboral en el extranjero puede constituir una habilidad muy atractiva para las empresas empleadoras.
No te olvides de reflejar tus conocimientos en idiomas si tienes algo que contar. Pero tampoco es preciso que lo incluyas si tu nivel en un segundo idioma es muy básico, insuficiente para ser de utilidad en un puesto.
¿Qué plantilla o modelo conviene utilizar para un CV con idiomas?
Cualquier curriculum vitae debe cumplir con una serie de consideraciones comunes. Por ejemplo, se habrán destacado todos los datos relevantes relacionados con la vacante a la que se aspira. Otra: se mantendrá un orden escrupuloso para facilitar la comprensión y la lectura del documento. Y una más: se buscará un aspecto agradable que puede combinarse con algún elemento llamativo, pero sin caer en la falta de gusto.
Un currículum con idiomas se rige por los mismos parámetros, por supuesto, pero además se puede buscar una plantilla que contenga determinados elementos o ampliar el modelo que tengas con estas ideas (no todas a la vez, claro):
- Barra de progreso. Se puede dividir el idioma en expresión escrita, expresión oral, comprensión escrita y comprensión oral, por ejemplo. Cada una irá en una línea con su barra de progreso. Este elemento solo tiene sentido incluirlo si todas las barras pueden rebasar más de la mitad al menos.
- Cinco estrellas. Como el elemento anterior, este sirve para detectar el nivel de una manera rápida, visual y efectiva. Tampoco tiene mucho sentido incluirlo si no puedes rellenar tres o más estrellas por cada ítem.
- Concepto asociado a tarea o a característica. Lo explicamos: el concepto se refiere al tipo de idioma que dominas. Por ejemplo, si hablamos de inglés, puedes controlar el inglés estadounidense o el inglés británico. Imagina que sabes que la empresa tiene su sede en Estados Unidos, podrías reflejar “inglés estadounidense para comunicarme eficazmente con la sede de la Compañía”. O bien vas a acceder a un puesto de ingeniería en el se requiere consultar mucha documentación. Podrías decir “inglés técnico para entender eficazmente la documentación en este idioma”. O quizá tu labor es cara al público. En este caso puede ser una buena idea asociar un buen nivel de inglés coloquial para comunicarse con la gente en persona (o por teléfono o el medio que sea). Si has captado bien las necesidades de la empresa a la que aspiras, seguro que este apartado llama la atención de quienes están reclutando.
Nivel de idiomas: el plato fuerte de tu currículum
Ya en el apartado anterior te hemos avanzado algunos tips para reflejar tu nivel de idiomas en el CV. Sin embargo, aquí nos vamos a centrar en cómo plasmar este nivel si tienes titulaciones oficiales o determinado tipo de estudios.
Según el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, los idiomas se dividen en tres niveles. Estos son los que se denominan como niveles de idiomas MCER, a saber:
- Nivel A, que se corresponde con el de un usuario básico. Este, a su vez, se subdivide en A1, que se corresponde con un nivel tan básico que aún no se puede emplear para un trabajo práctico, y A2, que supone que puedes participar en una conversación sencilla o traducir correos comerciales en los que no se exponga una situación compleja.
- Nivel B, que se corresponde con el de un usuario independiente. En el nivel B1 puedes leer textos complejos y te desenvuelves fácilmente con llamadas telefónicas. Con el nivel B2, te expresas con elocuencia y espontaneidad, eres capaz de redactar informes sencillos y puedes realizar incluso negociaciones.
- Nivel C, que se corresponde con el de un usuario experimentado. En el nivel C1, te manejas con el idioma con rapidez y soltura en cualquier situación, redactas con fluidez y eres capaz de realizar negociaciones complejas. El nivel C2 se reserva para personas completamente bilingües que pueden emplear el lenguaje como si fueran nativas.
Para determinar el nivel, no basta con autoevaluarse
Para reflejar tu nivel de idiomas en el CV convenientemente, lo más recomendable es que una titulación lo certifique. Tu acreditación no puede quedar en manos de una valoración subjetiva o de un test online que no esté reconocido. Es decir, no tiene mucho sentido que pongas en tu perfil que tienes un B1 simplemente, has de acreditarlo con un tipo de documentación confiable.
Tienes muchas opciones para hacerlo y señalarlo de esta manera va a evitar quebraderos de cabeza a los reclutadores, pues no tendrán que comprobar tu nivel ellos mismos. Eso sí, la certificación tiene que ser reciente. Lo habitual es que no exceda de entre 3 y 5 años. Así, pues, si el idioma es realmente importante para tu puesto, considera renovar las acreditaciones si es preciso.
En las escuelas oficiales de idiomas te proporcionarán tu titulación en función de los niveles MCER. Pero también cada idioma suele tener un tipo de acreditación que se relaciona con estos niveles. Por ejemplo, en inglés está el Cambridge o el Trinity entre los más reconocidos; en francés, está el DELF, que es el del ministerio de educación francés; en alemán, el TELC, que proviene de una institución privada de prestigio, y así con cada idioma. Investiga cuál es el que se corresponde con la lengua que dominas y anímate a sacar tu certificación para poder reflejarla en tu currículum.