El término “edadismo” fue acuñado en los años sesenta por el médico gerontólogo y psiquiatra Robert Butler. Hace referencia a la discriminación por motivos de edad. En este 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado el Informe Mundial sobre el Edadismo. En este documento, queda registrado que el edadismo aparece cuando “la edad se utiliza para categorizar y dividir a las personas por atributos que ocasionan daño, desventaja o injusticia”. Para evitarlo, hay que contrarrestar los conceptos negativos y estereotipados.
¿Qué es el edadismo?
“El edadismo se refiere a los estereotipos (cómo pensamos), los prejuicios (cómo nos sentimos) y la discriminación (cómo actuamos) hacia las personas en función de su edad. Puede ser institucional, interpersonal o autoinfligido”. Esta es la definición que aparece en el Informe Mundial sobre el Edadismo de la OMS. Se ha observado que esta forma de discriminación no suele estar aislada, sino que intersecciona con otro tipo de discriminaciones como el racismo, el sexismo o el capacitismo. Este cruce de sesgos agrava las consecuencias.
El envejecimiento progresivo de la sociedad demanda que se revisen las políticas de contratación en el mercado laboral. El edadismo se expresa en un trato diferencial por parte de los servicios, las administraciones y en el ámbito laboral. En el trabajo afecta especialmente a las mujeres. Y es que, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), del casi millón de desempleados senior, 555.900 (55,7%) son mujeres, mientras que 443.000 (44,3%) son hombres. El edadismo se produce porque se perpetúan los estereotipos negativos asociados a la vejez, como mayores bajas por enfermedad o reducción de las competencias.
Las personas mayores de 55 años en desempleo han aumentado del 8% en 2010 al 15% en 2020 y el paro sigue afectando de forma especial a quienes se encuentran en esta franja de edad y posterior: el 49% ha superado los dos años de desempleo. Algunos de los rasgos más visibles del edadismo son los siguientes:
- Exclusión de la participación y en la toma de decisiones.
- Invisibilidad en los medios de comunicación y redes sociales.
- Falta de adaptación de los cuidados.
- Impacto negativo en la autoestima con la propia autoexclusión de determinados entornos laborales, como la hostelería o la informática.
- Disminución de la calidad y de los años de vida.
La pandemia ha puesto de manifiesto brechas, como la tecnológica, que reclaman el desarrollo de políticas inclusivas. Los perfiles senior aportan valor a las plantillas con un buen programa de upskilling y reskilling. Ha de acabarse con el prejuicio entre los reclutadores de que las personas mayores presentan resistencias para la formación en nuevas competencias, así como en idiomas.
Prevención y soluciones
La OMS ha nombrado la década que comienza ahora, 2021-2030, como el Decenio del Envejecimiento Saludable, dentro de su Estrategia y plan de acción mundiales sobre el envejecimiento y la salud. Este documento destaca como factor que reduce el riesgo de incurrir en edadismo el aumento del contacto intergeneracional. Trabajar en un equipo inclusivo, donde quepan personas mayores y de la tercera edad, previene contra el edadismo.
La población mundial envejece con mayor rapidez que en el pasado. Aumenta la esperanza de vida y se retrasa la edad de jubilación, 66 años en 2021 pero que alcanzará los 67 años en 2027. Esta transición demográfica afecta a todos los sectores laborales. A pesar de la redacción de programas, políticas y leyes que garantizan los derechos humanos, en pocas ocasiones se hace referencia explícita a las personas mayores. Es necesario garantizar su derecho al trabajo y a la seguridad en los ingresos, vinculado además al primer Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS 1): poner fin a la pobreza en todas sus formas.
Para ello se precisa regular los trabajos que realizan las personas de la tercera edad. A menudo son trabajos informales, mal remunerados, dañinos e inseguros para la salud. El mapa de la pobreza severa en España publicado por EAPN señala que las personas mayores representan el 10 % del total de población en situación de pobreza severa. La situación de desempleo pasados los 50 años impacta negativamente en la salud y bienestar de las personas mayores, afectando a su identidad personal, dificultando los vínculos sociales e incrementando la sensación de soledad y aislamiento.
Tips para encontrar empleo después de los 50
Uno de los efectos negativos de la pandemia ha sido el despido de la población mayor de 50 años. Si de repente te encuentras en el paro con 50 años, el primer consejo es que mantengas una actitud optimista. Toda tu trayectoria profesional tiene mucho que ofrecer al mercado laboral. Llevar mucho tiempo trabajando es una ventaja del talento senior que, bien comunicada, implicará tu incorporación al trabajo en poco tiempo. Además, ¿quién sabe? igual es el momento de redefinir tu trayectoria profesional y mirar esta crisis como una oportunidad.
Con toda la información señalada, es muy importante que a la hora de elaborar tu CV destaques tus logros profesionales, en lo que aportas valor a un proyecto empresarial, así como tu buena disponibilidad para entrar en programas de formación y actualización, tanto tecnológica como en idiomas. Transmite una posición activa, motivada y con inclinación a la constancia. Recuerda lo que se suele decir: “las personas jóvenes van más rápido, pero las mayores conocen los atajos”.
Por otra parte, hoy día lo primero que hace un seleccionador de personal es consultar las redes sociales de las candidaturas, especialmente las profesionales. Por tanto, dedica tiempo de calidad a tu employee branding virtual. Esos hitos señalados en tu CV deben mostrarse en su reflejo en las redes sociales.
Por último, la flexibilidad a prestar atención a todas las ofertas que te lleguen, aunque a priori sean de categoría inferior o estés hiperformado para ellas, pues nunca sabes si puede ser el primer escalón de un proyecto interesante. En este sentido, también debes estudiar la posibilidad de emprender un negocio propio como autónomo. Para todas estas opciones, hay programas de acompañamiento en los centros del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) donde te pueden orientar con trámites e itinerarios