El engagement es una especie de estado emocional de la plantilla que resulta muy positivo para la empresa. Fomentarlo va a mejorar las relaciones laborales entre los empleados y la compañía, y esto solo puede repercutir para bien en la marcha del negocio. Las empresas pagan a su personal por realizar una determinada labor, pero no pueden pagar su implicación en el trabajo. ¿Quieres saber cómo involucrar a la plantilla en los objetivos de la empresa? Te contamos todo lo que conviene tener en cuenta para llevarlo a cabo.
El engagement laboral es sostenible: mejora la salud y el medio ambiente
La filosofía del engagement es hija natural de estos tiempos. Cada vez se da una mayor importancia a que los negocios sean sostenibles, que cuiden el consumo de recursos y las emisiones que producen. Es decir, que controlen el impacto sobre el medio ambiente. Esto forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que los Gobiernos están tratando de hacer cumplir a las empresas. Dentro de esos 17 objetivos, los hay que se refieren al bienestar de las personas, algo fundamental para nuestro ecosistema.
Téngase en cuenta que una empresa comprometida con ese ecosistema ofrece una buena imagen de marca empleadora. Esto va a ayudar en muchos sentidos al desarrollo de la compañía, como veremos a continuación.
Qué ventajas supone contar con el compromiso de la plantilla
Conseguir el engagement del personal implica que la empresa ha tenido presente la salud ambiental dentro de sus dominios. Se ha preocupado por percibir cuáles son las necesidades de trabajadoras y trabajadores, y les ha facilitado el desempeño de su labor, en lugar de entorpecérselo. Ese mirar por el otro, esa filosofía de cuidado de las personas empleadas, genera en la mayoría de ellas una sensación de gratitud. La magia del compromiso empieza a desarrollarse a partir de ese punto de una manera espontánea y natural.
Son varias las ventajas de tomar esta actitud. Estas son tres de las más destacadas:
- Se encuentra y se consigue retener talento cualificado difícil de reclutar. La imagen de buena marca empleadora que se proyecta gracias a esta estrategia es un talismán para este tipo de perfiles.
- Las relaciones con los usuarios de los servicios o consumidores de sus productos mejoran. Numerosos estudios demuestran que estos valoran que las empresas “tengan conciencia”, lo que repercute directamente en las ventas.
- Los stakeholders o grupos de interés ven este tipo de empresas como modelos a seguir en lugar de estructuras que deben ser derogadas. Es una gran ventaja para la reputación de la compañía contar con el apoyo de estos agentes sociales.
Cómo potenciar las emociones positivas del personal hacia la empresa
Engagement significa compromiso, los empleados están comprometidos con su trabajo dentro de la compañía. Pero, al mismo tiempo, remite también a contrato, es decir, el acuerdo que se firma entre las personas empleadas y quienes les dan trabajo. Lo primero que se ha de preguntar una empresa —si quiere introducir los beneficios de contar con un equipo comprometido— es si está respetando escrupulosamente ese acuerdo inicial. El contrato es un documento legal, pero más allá de eso, es un símbolo muy poderoso. Traicionarlo significa acabar con cualquier posibilidad de auténtico compromiso por parte del trabajador.
Este es solo un primer paso que vamos a dar por hecho que se está cumpliendo, pues no hacerlo no solo atenta contra los derechos de los trabajadores, sino que es directamente denunciable y sancionable. Entre las prácticas más frecuentes para reforzar el engagement de la plantilla se encuentran las tres que mencionamos a continuación.
Filosofía people first en RRHH
La filosofía people first pone a los trabajadores en el centro de la estrategia empresarial. Se trata de mejorar las condiciones de la plantilla para recrear un verdadero bienestar laboral. No tiene por qué ser a costa de una gran inversión económica. Hay varias acciones que apenas suponen un coste para la empresa y, sin embargo, bien estructuradas reportan un gran beneficio. Revisa las ventajas de incentivar con salario emocional. Este término se contrapone al de salario económico. El emocional busca la implicación de las personas empleadas creando un vínculo más allá de lo obligatorio por ambas partes.
Reducir el estrés del trabajador
De nuevo se apela al bienestar de la plantilla. En realidad, cualquier acción relacionada con aumentar el engagement debe ir orientada a implantar este tipo de medidas en la compañía. Si consideramos la empresa como un organismo vivo, podría decirse que el estrés laboral es una fuente de distintas patologías. Realmente se consigue poco presionando a los trabajadores hasta verlos enfermar. Quizá salvan un pico de trabajo, pero ¿es una dinámica sostenible? Rotundamente no. Y, como hemos apuntado desde el principio, lo sostenible es lo que va a hacer que una empresa se mantenga saludable en estos tiempos. Hay que desechar prácticas obsoletas que no hacen más que impedir el desarrollo de un negocio.
Organización del tiempo y la jornada
Esta es la clave. Hay que hacer ingeniería con el tiempo y vertebrarlo adecuadamente en las jornadas de cada persona empleada. No se trata de pedir un esfuerzo a la plantilla mendigando que aumenten un cuarto de hora diario (por ejemplo) para incrementar, supuestamente, las horas productivas. Las horas van a ser realmente productivas cuando los esfuerzos de centren en hacer más efectivo el tiempo del que se dispone por contrato. Recordemos la base del engagement, aquello en lo que se debe sustentar: el contrato es sagrado. Así pues, busca cómo optimizar el tiempo y facilita los medios para que los resultados sean óptimos.
¿Se ha hecho un buen trabajo de engagement sobre el equipo de empleados?
Es una pregunta que hay que hacerse de manera periódica. Conocemos por las prácticas heredadas del márketing lo útil que es medir las estrategias que se ponen en marcha. Hay que tomar una foto fija del momento antes de implantar una política de engagement. Al tiempo, se hará otra instantánea para ver en qué se ha mejorado, cuáles han sido las medidas más aceptadas y dónde sigue faltando un refuerzo. Y así de manera cíclica. Establecer unos buenos medidores de desempeño o KPI va a ayudar mucho en esta labor. Para definirlos, ten en cuenta que han de ser medibles y que se ha de buscar la objetividad en la observación.