La formación continuada es uno de los aspectos que más cuentan a la hora de proporcionar valor a una plantilla en la actualidad. Y no solo en el ámbito tecnológico, aunque el avance de la transformación digital tenga mucho que ver. El enfoque teórico-práctico de los cursos de formación permite motivar al personal y adecuar los programas a las necesidades de cada trabajador. De hecho, el aprendizaje personalizado es cada vez más uno de los rasgos buscados por el talento cualificado en las culturas corporativas a las que quieren pertenecer.
Relevancia de la formación continuada
La praxis es la adecuada combinación de teoría y práctica. Para Aristóteles este concepto tenía al menos un doble significado. Por un lado, se refiere al proceso de cambio que se produce cuando se pasa del estado de no saber al el estado de saber. Por otro lado, se concibe como acción que tiene el fin en sí misma. Y ese fin es la actualización constante de saberes. Aunque pueda sonar muy abstracto dicho así, desde la Grecia clásica ya se sabe que el aprendizaje es movimiento, es decir, la formación debe ser continuada. Y además personalizada, pues cada individuo presenta unas capacidades y unas habilidades diversas.
Por tanto, los conocimientos adquiridos, por ejemplo, en los planes reglados como máster o formación profesional, son el primer escalón pero no la meta. A partir de esta base teórica cada trabajador comienza a articular esos saberes con su desempeño diario. Desde recursos humanos, es recomendable atender a las necesidades del equipo para orientar un plan exitoso de cursos de formación. Este tipo de retribución en especie es muy apreciado por las nuevas generaciones que están ávidas de innovación, creatividad y nuevos conocimientos.
Reskilling y upskilling
El reskilling y el upskilling son la base de la capacitación de la fuerza laboral, no solo en el ámbito tecnológico, aunque ciertamente en este sentido requiera mayor rapidez en la adaptabilidad de los empleados. De hecho, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recalca que la formación continua será un elemento clave para que las personas puedan aprovechar las nuevas tecnologías y las nuevas actividades laborales que vendrán después.
Algunos perfiles demandarán formaciones específicas como en aplicaciones o contextuales en el caso de un perfil movilizado o expatriado. Sin embargo, en el planteamiento estratégico general del capital humano ya debes considerar las acciones necesarias dirigidas para el aprendizaje personalizado. Así podrás atraer y retener el talento cualificado y reducir el índice de rotación de la empresa, lo cual supone una gran ventaja competitiva.
Ya no es suficiente contratar perfiles que sean capaces de realizar las tareas propias de su puesto de trabajo. En los actuales entornos cambiantes, tu objetivo es localizar al personal con gran adaptabilidad al cambio y resiliencia. No solo se trata de las hard skills, hoy más que nunca se intenta reclutar a aquellos profesionales que demuestren su deseo de aprender y la voluntad para hacerlo de manera continuada. Las soft skills más demandadas son habilidades para la comunicación, el trabajo en equipo, la gestión de los grupos, el liderazgo y todo lo que tiene que ver con ventas y marketing.
Combina el enfoque teórico y el práctico
A la hora de diseñar los cursos de formación es aconsejable programar diversos talleres o workshop que combinen el enfoque teórico-práctico. Recuerda la famosa frase de Confucio: “Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí”. Las palabras generan surcos y son imprescindibles, pero la acción es la semilla que en esta combinación permite que brote el aprendizaje.
Las plataformas de e-learning facilitan esa necesaria formación continuada generando la sensación en la plantilla de que tienen el control sobre el qué, el cómo y a qué ritmo desean aprender. En este sentido, para crear un programa de aprendizaje continuo, necesitas las herramientas adecuadas. Un LMS (Learning Management System o sistema de gestión de aprendizaje) te ayudará a automatizar tus procesos de formación, desde el desarrollo de contenido y la asignación de cursos hasta la monitorización y la generación de informes. La formación continua a través de estas plataformas te permiten adaptar los contenidos a los ritmos del teletrabajo. Proponen, además, metodologías accesibles que pueden apoyarse en la gamificación, entre otras pedagogías, desde vídeos con expertos y animaciones hasta revistas hasta casos prácticos y test.
Para programar los planes de formación adecuados debes partir de la realización de entrevistas, la evaluación de desempeño de los puestos, los informes de los responsables y pequeños exámenes o pruebas sobre aspectos concretos, como el idioma o el software utilizado. El formato tradicional del aula, incluso el espacio que supone un desplazamiento para el trabajador, cada vez es más obsoleto. La formación continua, es decir, la adquisición de conocimientos de manera constante, debe adaptarse a los ritmos fragmentarios actuales. Especialmente, si quieres que sea efectiva en cuanto a la atención que puedan prestar los trabajadores.
El aprendizaje personalizado es rentable
Uno de los mitos erróneos de las estrategias de formación ha sido pensar que era una inversión demasiado costosa en una plantilla poco estable o poco cohesionada. Sin embargo, ya Henry Ford sentenció claramente el asunto: “Solo hay una cosa más cara que formar a un trabajador y que se vaya, no formarle y que se quede”. Una de las apuestas más utilizada ha sido la universidad corporativa, donde pueden colaborar escuelas de negocio. En muchos casos, también facilitan amplias bibliotecas de recursos en diversos formatos.
En esta misma línea, el crecimiento personal vinculado al plan de carrera es cada vez más buscado a la hora de seleccionar una empresa. La oferta de formación continuada mejora tu employer branding y fortalece el compromiso de la plantilla. Por tanto, mejorará el rendimiento, la satisfacción laboral y el desempeño de las tareas. Además aumenta la autoestima y ayuda a definir las metas de la plantilla. Esto significa contribuir al logro de los objetivos, es decir, que es altamente rentable.
Por último, el aprendizaje continuo contribuirá a aumentar la confianza de la plantilla y en algunos empleos es condición necesaria para evitar los accidentes laborales. Y recuerda analizar la efectividad de la formación. El big data será tu gran aliado para manejar esta gran cantidad de información.