El alto índice de personas vacunadas con la bajada de casos de COVID está llevando a muchas empresas y administraciones públicas a tomar la decisión de volver a la jornada presencial. Sin embargo, en la transición y para algunas compañías, el modelo híbrido o de jornada mixta es la mejor opción en la actualidad. Aquí puedes leer sus ventajas e inconvenientes. También encontrarás consejos para ponerla en marcha de manera eficaz organizando los turnos con plantillas.
Ventajas de la jornada mixta
La vuelta al trabajo presencial parece ser la opción favorita para las empresas, aunque no está claro en los trabajadores, según las últimas encuestas. En el término medio está la virtud, decía Aristóteles, así que la solución puede ser la jornada mixta, es decir, alguno de los días de la semana de manera presencial y otros en remoto. Desde luego, presenta ventajas e inconvenientes. Por aquello del optimismo y la positividad, mira primero las ventajas frente al teletrabajo.
Habrás leído muchas de las ventajas del trabajo a distancia, como la flexibilidad, ahorro en desplazamientos, menor impacto en el medio ambiente o la facilidad para conciliar la vida profesional con las obligaciones de la familia. Del mismo modo, estarás al tanto de las ventajas del trabajo presencial. Algunas son más conocidas, como la óptima coordinación del equipo, y otras menos, como el impacto beneficioso en la psicología de la plantilla con la protección del cerebro ante el envejecimiento. El ser humano es un animal social, de nuevo Aristóteles. Necesita relacionarse con otros de la misma especie para alcanzar su realización personal y, por tanto, la felicidad. Y en el ámbito de la empresa, aumentar la productividad.
Pues bien, la jornada mixta, combina los dos mundos y presenta ventajas tanto del trabajo online como del presencial. Por un lado, algunos días la plantilla podrá conciliar fácilmente y evitar desplazamientos. Por otro lado, saldrá de casa, reforzará las relaciones laborales y con los compañeros, y verás cómo avanzan los proyectos. Para el aumento de la productividad y mejora de la calidad es necesario contar con trabajadores motivados, comprometidos con la cultura empresarial y centrados en la consecución de los objetivos. Este tipo de perfil es accesible gracias a la jornada mixta.
Inconvenientes de este tipo de jornada
La mayor desventaja de este tipo de jornada laboral es que hay que organizar distintos ritmos y canales de comunicación. Los horarios en remoto suelen ser más flexibles que en el modelo presencial. Aunque últimamente, también se aboga por ofrecer a las plantillas un margen amplio de comienzo de la jornada laboral para evitar aglomeraciones, tanto en los transportes como en la entrada al espacio.
El rasgo característico de la jornada mixta es que afecta de manera bidireccional, es decir, incide en la gestión de equipos pero, a su vez, en la adaptación por parte del trabajador. Este es un desafío que comparte con los turnos rotativos, donde el empleado tiene que adaptarse a los cambios entre el diurno y el nocturno, especialmente. Sin embargo, aquí el liderazgo de la empresa tiene la oportunidad de señalar y destacar las fortalezas de cada tipo de jornada. Si el trabajador siente que disfruta de lo mejor de los dos mundos, estará más motivado. Transformar el efecto negativo en la psicología del empleado en bienestar emocional, está en tu mano.
Por otra parte, ha sido recurrente la queja de “pasar más tiempo con los compañeros que con la familia”. En la jornada mixta, los empleados pueden tomar distancia de las relaciones laborales profesionales los días que trabajan en remoto, pero al mismo tiempo, salir de la soledad y aislamiento que puede provocar trabajar desde casa.
Por último, según la Ley de Teletrabajo, la empresa debe facilitar el trabajo online. No se ha concretado aún cuánto debe asumir de gasto de electricidad o dietas. Pero sí que debe recoger en el contrato si se le facilita al empleado algún dispositivo informático. También debe garantizar la correcta conectividad para el servicio de la compañía. Estas condiciones pueden tener un impacto negativo en la productividad.
Cómo organizar la jornada mixta
Una jornada laboral organizada es garantía del éxito. Esa máxima es verdadera en todos los modelos que barajas en la actualidad. La jornada mixta presenta la peculiaridad de coordinar la presencialidad en el puesto de trabajo físico. El trabajo cooperativo es uno de los grandes desafíos de la jornada mixta, es decir, cuadrar la gestión del equipo de tal manera que no penalices ni en productividad ni en bienestar laboral.
La primera cuestión que tienes que tener en cuenta para elaborar la plantilla es el horario. Especialmente, si facilitas flexibilidad, tanto en casa como en la oficina, debes coordinar el daily meet cuando estén todos los trabajadores implicados en el proyecto. Así, si la entrada es entre las 6.30 h y las 9.30 h, la reunión matinal debería ser a las 10 h.
Para esta y otras cuestiones, es el momento de que te sirvas de la tecnología. Hoy día se ofrecen distintos software que te permiten cumplir la ley con los horarios, coordinar los equipos o extraer gráficas asociadas para redactar informes o evaluar los progresos. Estas soluciones informáticas cuentan con la ventaja, además, de ser absolutamente transparentes, esto es, cualquier persona de la empresa puede acceder a una plataforma, por ejemplo, donde quedan registrados los horarios comunes o la reserva de salas. La transparencia en la gestión de equipos es condición necesaria para generar bienestar laboral.
La importancia de los hábitos
Por último, con unas sencillas reglas y hábitos dominarás la jornada mixta. Planifica y automatiza todo lo que puedas, tanto en horarios como en hitos o entregables del proyecto. Cuanto más especificada y detallada sea la planificación, mejor será la adaptación al cambio y resiliencia de la compañía. En este sentido, comunica en tiempo real a los agentes implicados en la consecución de los objetivos. Con ello lograrás también aumentar el “enganche” y bajar el índice de rotación.
Ya solo te queda aprovechar el avance de la transformación digital para generar espacios híbridos también de afterwork o eventos asociados al servicio de la organización, de tal manera que el lenguaje de cohesión del equipo sea coherente con la jornada mixta y sus características.