Para conseguir información ajena a la que viene en el CV, el entrevistador puede utilizar las preguntas trampa. Algunas de las más habituales que pueden salir tienen que ver con tu trabajo actual o anterior, cómo gestionas el estrés o qué opinas de tu anterior jefe. Aquí tienes alguna orientación para saber cómo contestarlas. La clave para salir airoso respondiendo a estas cuestiones comprometidas es darles un sentido positivo.
Tipos de preguntas trampa en las entrevistas de trabajo
Cuando el volumen de CV que recibe un reclutador en un proceso de selección le desborda, una de las estrategias de cribado que va a utilizar son las preguntas trampa. Siempre es una aventura recorrer los caminos sinuosos de la selva de la entrevista, pero cuando el profesional de recursos humanos además utiliza estas preguntas trampa, puede que te sientas absolutamente desorientado. Para no perderte, lo primero es saber por dónde andas consultando el mapa y la brújula de estos tipos de preguntas trampa:
- ¿Qué opinas de tu trabajo actual?
- ¿Dónde te ves en dos años?
- ¿Te encuentras en otro proceso de selección?
- ¿Cómo reaccionas ante situaciones de estrés?
- ¿Te proyectas siendo un líder?
- ¿Cuáles son tus puntos fuertes y cuáles tus puntos débiles?
- ¿Por qué eliges esta empresa?
- ¿Cuánto pretendes cobrar por tu trabajo?
- ¿Cómo te sentirías si tu responsable fuera más joven que tú?
- ¿Por qué finalizó tu última experiencia laboral?
- ¿Cuántos años llevas sin trabajar? ¿Por qué?
- ¿Qué es lo que te motiva?
- ¿Tienes alguna pregunta? Lo cual es aconsejable responder, como feedback de una escucha activa.
Entre los objetivos de la persona responsable de la selección está el de etiquetarte con un perfil o personalidad. Por eso, practica el método SMART, es decir, sé elegante en las respuestas. No te comprometas ni te encasilles con un arquetipo y mantente fiel a tu carácter. Piensa que además de querer trabajar en esa compañía, querrás lograr el bienestar laboral y crecer profesionalmente. Por ello, fingir en la entrevista solo conduciría en el mejor de los casos, a superar la prueba y padecer un tiempo el personaje en la empresa hasta que una de las dos partes decidiera extinguir la relación.
Cómo contestar a las preguntas trampa
La cuestión es que este tipo de preguntas facilita la expresión, es decir, puede que te sientas cómodo respondiendo y te dejes llevar por el discurso, diciendo algo de lo que luego te arrepientes. Por ejemplo, si criticas a un antiguo compañero que no trabajaba en equipo o te alargas exagerando los cumplidos que has recibido a lo largo de tu carrera por jefes o compañeros. Estas observaciones dicen más de ti que de las otras personas. Según la teoría científica de la “transferencia espontánea de rasgos”, cuando una persona califica a otras con ciertos atributos, esos mismos atributos se asocian a quien está hablando.
Para evitar incurrir en estos errores que pueden comprometer tu proceso selectivo es importante reconducir la orientación de las preguntas hacia el polo positivo de la cuestión. Y ser fiel a tu carácter, transparente y lo más sincero posible. Por ejemplo, si te preguntan qué harías si te ofrecieran más dinero en otra empresa, puedes contestar que el salario es un factor relevante a la hora de valorar un puesto pero que en la balanza también están las posibilidades de crecimiento, el ambiente laboral o la garantía de estabilidad.
La potencia de las palabras es tal que lo que digas es lo que queda. Pero en cualquier caso, sé conciso, ya tendrás tiempo de desarrollar, profundizar y aclarar estando contratado. Además, si consigues hablar en positivo de tu trayectoria, incluyendo el último empleo, será valorado como uno de tus puntos fuertes. Sobre todo, no te dejes llevar por las emociones, especialmente si has tenido problemas en el anterior empleo. Mantente frío y calmado. Piensa que los reclutadores están intentando localizar tus debilidades para agilizar el proceso de selección.
Salir airoso tras haber contestado a una pregunta trampa
Sinceramente, muchos departamentos de recursos humanos ya opinan que sacar preguntas trampa en la entrevista de trabajo es una pérdida de tiempo. El objetivo era comprobar aspectos, competencias o habilidades de la persona candidata que difícilmente quedan reflejadas en el CV. Pero la mayoría de estas preguntas ya son conocidas. Si no específicamente, sí el tipo de cuestiones. Y una persona aplicada que se prepara la entrevista, averiguando información sobre la empresa y definiendo los puntos propios que quiere destacar, estará sobre aviso. De esta manera, pierden el efecto terremoto que podría generar el brote de una información no estructurada. Por tanto, lo más probable es que no te encuentres en esta situación, al menos no con los mismos fines.
Sin embargo, si das con un reclutador que de repente te pregunta cuál es tu animal favorito, obviando que cada persona asocia unos valores o virtudes a cada especie según sus creencias subjetivas y personales, puedes salir airoso siguiendo estos consejos:
- Siempre es mejor pedir un momento para reflexionar antes de contestar que precipitarse y dejarse llevar. Lo ya dicho es más difícil de olvidar.
- Sé sincero: algunas de las preguntas de las entrevistas suelen confeccionarse por parejas, así que puedes incurrir en alguna contradicción si procuras agradar al reclutador disimulando o directamente falseando la información en la respuesta.
- Centra la información en el ámbito profesional: aunque el clima buscado es el de la confianza, no debes aportar datos de tu vida privada, como si piensas ser padre o madre, o si acudes a terapia.
- En el término medio está la virtud. Cuando te pregunten por tu búsqueda de empleo, puedes responder algo como: “Hay varias compañías con las que me estoy entrevistando, sin embargo, aún no he decidido la mejor opción para mi próximo cambio profesional”. Así demuestras ser honesto pero accesible.
- Especialmente si no es tu primer empleo o especialmente si eres un perfil senior, la clave que te hará competitivo es sintetizar, es decir, seleccionar solo los datos pertinentes para ese proceso selectivo, para ese puesto en particular y para esa cultura corporativa.