En otoño de 2015 la asamblea general de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible con el fin de avanzar en la construcción de un mundo más justo, pacífico y respetuoso con el medio ambiente y los recursos, y con la erradicación de la pobreza como mayor desafío. Se establecieron entonces los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que inspirarán las líneas de actuación de cara a un futuro mejor.
La implicación de los negocios en el logro de estos objetivos es una oportunidad para ser parte relevante y necesaria de la solución y, de esta forma, incrementar la reputación de cara a establecer relaciones de calidad con sus grupos de interés, es decir, con empleados, clientes, socios, proveedores. ¿Cómo pueden las empresas contribuir al avance de estos objetivos?
Gran parte del tejido empresarial ya conoce cuáles son los ODS
El 81% de las empresas conoce los ODS y el 89% afirma que su actividad puede tener impacto en la Agenda 2030. Tres años después del acuerdo, en el año 2018, el porcentaje de empresas españolas que conocían los ODS era del 69%. En cuanto a las empresas más pequeñas, el 60% de las pymes y un 40% de los trabajadores y trabajadoras autónomos/as ya están desarrollando medidas de implantación concretas relacionadas con los ODS, según el Informe de progreso 2021 y estrategia de desarrollo sostenible 2030, que publicó recientemente la Secretaría de Estado para la Agenda 2030.
Esto significa que ha habido un avance significativo en la difusión de estos objetivos de sostenibilidad mundial. Y gran parte de este importante nivel de difusión ha sido gracias a una interesante iniciativa, el Pacto Mundial de Naciones Unidas. Se trata de un acuerdo creado con el fin de adoptar un comportamiento ético basado en diez principios que guían el proceder empresarial y que agrupa a aquellas organizaciones empresariales que quieren implicarse en el logro de los 17 ODS. Por otro lado, hay que señalar que la crisis sanitaria actual ha supuesto un agravamiento de las condiciones materiales de muchas personas en el mundo, por lo que se es más urgente si cabe conseguir estos objetivos.
La estrategia de RSC, el mejor canal para el desarrollo de los ODS
La manera de implementar tanto los diez principios como los 17 ODS es a través de las políticas de responsabilidad social corporativa (RSC). Entre los diez principios que orientan el proceder de las empresas que se suman al Pacto Mundial, nos parece importante señalar algunos de ellos. Por ejemplo, quienes son responsables de las compañías deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices en la vulneración de los Derechos Humanos. También que las compañías deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medioambiente o que las organizaciones deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.
En cuanto al grado de implantación de los ODS, los que han contado con una mayor integración dentro de las estrategias de RSC en las iniciativas españolas son la igualdad de género (ODS 5), la salud y el bienestar (ODS 3), la lucha contra el cambio climático (ODS 13) y el empleo decente (ODS 8).
También ha contribuido a reforzar la relevancia del mensaje el compromiso con los 17 ODS que ha tenido la estrategia europea de recuperación tras la crisis sanitaria. De la misma manera que las empresas serán responsables en gran parte de la recuperación económica y de empleo en el país, tendrán que hacerlo enfocadas en la transformación hacia un mundo más sostenible.
Ejemplos prácticos para contribuir con el logro de los ODS
Algunas de las medidas que se están integrando en las estrategias de responsabilidad social corporativa y que están alineadas con alguno de los 17 ODS pueden ser, por ejemplo, la aportación de la perspectiva de la inclusión, más allá del cumplimiento de las leyes, en el negocio. De esta forma se favorece la incorporación de personas de bajos ingresos tanto en las compañías más grandes como en las pequeñas y medianas empresas para que formen parte de la cadena de valor.
Se trabaja también en la evaluación de los proveedores con el fin de colaborar con empresas que proporcionan condiciones laborales dignas, así como de impulsar acciones de voluntariado. Todas estas acciones tienen que ver con el ODS 8, por un Trabajo decente y crecimiento económico.
En cuanto al ODS 2, hambre cero, las empresas están realizando donaciones a despensas solidarias o reduciendo el desperdicio de alimentos. En lo que respecta a la salud y el bienestar, el ODS 3, la donación de medicamentos es una de las actividades más habituales para trabajar en este objetivo. La educación de calidad, el ODS 4, se puede alcanzar gracias a los programas de becas que han desarrollado algunas empresas para personas que no poseen recursos para su formación. El ODS 5, sobre igualdad de género, ya son muchas las empresas que han implementado medidas de flexibilización de la jornada para padres y madres en beneficio de la corresponsabilidad o han proporcionado formación sobre igualdad de género para la plantilla. Se puede contribuir con la garantía de la disponibilidad de agua y su gestión sostenible, el ODS 6, a través de la realización de proyectos de cooperación para llevar agua a poblaciones que carecen de ella.
El ODS 7 tiene que ver con la garantía de una energía asequible, segura, sostenible y moderna. Un número considerable de negocios están trabajando para la transformación del proceso de producción sustituyendo las energías fósiles por otras limpias y renovables.
Las ventajas de formar parte del Pacto Mundial
También en relación al ODS 8, trabajo decente y crecimiento económico, las compañías que se comprometen con los Objetivos de Desarrollo Sostenible están ofreciendo oportunidades a jóvenes a impulsar la economía local o el empleo de las personas que forman parte de las comunidades donde opera la empresa.
Las acciones que se pueden incorporar a la estrategia de RSC son innumerables. La participación dentro del Pacto Mundial tiene una serie de ventajas que pueden resultar interesantes a la hora de valorar la participación. Aporta visibilidad, proporciona vínculos con otras iniciativas de cultura empresarial similar y dota de herramientas para incorporar dentro de la estrategia de responsabilidad empresarial los ODS, entre ellas, una guía para el adecuado reporte y evaluación de estas acciones.
Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las pymes
La contribución al logro de los ODS no es exclusiva de las grandes empresas. Las pymes son las responsables del 70% del empleo en España, representan el 99,98% del tejido empresarial y también están llamadas a participar en este propósito global. Además, deben contar con los beneficios que este tipo de compromisos pueden traer, como son ventajas fiscales, un mayor acceso a fuentes de financiación o crédito o, incluso la reducción de costes gracias a la optimización de recursos.
Por otro lado, existe un apoyo firme a estas acciones desde las instituciones europeas y en cuanto a estrategias nacionales, por lo que se convierte en una buena oportunidad para favorecer la colaboración con las administraciones.
Otros beneficios como el incremento de la confianza en la marca y su reputación son fundamentales para valorar las posibles alianzas que pueden surgir con grandes empresas.
Además de suponer ventajas y oportunidades considerables, contribuir a la mejora global por un mundo más justo y sostenible es un beneficio en sí mismo en la medida en que vivimos interconectados y la supervivencia depende de la calidad de los vínculos que se forjan con el entorno.