La sobrecualificación es un fenómeno muy extendido en el panorama laboral de nuestro país. En principio, esto no debería ser un problema en la búsqueda de empleo, pero lo cierto es que sucede todo lo contrario. En la mayor parte de los casos impide el acceso a un puesto de trabajo y, por tanto, restringe las oportunidades de los candidatos. Muchas personas no saben cómo superar este obstáculo y tienden a desesperarse. Si este es tu caso, debes saber que puedes enfrentarte a esta situación y salir airoso. Aquí encontrarás todo lo que debes saber.
¿Qué es la sobrecualificación?
La sobrecualificación es la posesión de conocimientos y experiencia por encima de lo que se requiere una tarea. Se aplica sobre todo al contexto laboral: tener más cualificación de la que el puesto exige.
Sin embargo, el término no remite exclusivamente a las competencias, habilidades y estudios que posea una persona. En términos laborales, tiene también una implicación en el sueldo. Y es que, en principio y según convenio, cuanto mayor nivel de estudios y experiencia, más se debe cobrar. De ahí que una persona sobrecualificada perciba un salario bajo en comparación con el que le correspondería de acuerdo a su formación y capacidades. Esto conduce a una estratificación social de los puestos de trabajo con importantes implicaciones sociales y económicas.
El fenómeno en España
Según algunos estudios realizados el pasado año basados en la EPA (Encuesta de Población Activa), en nuestro país casi el 50% de los trabajadores poseen un título universitario. Por género son más las mujeres que los hombres, con un 52% frente al 40%.
En el acceso a un primer empleo, alrededor del 35% de los titulados universitarios españoles estaban convencidos de estar sobrecualificados para el puesto que ocupaban. Sin embargo, alrededor de 5 años después y con otro empleo, esta percepción había descendido hasta el 21%. Porcentaje que, sin embargo, sigue siendo alto.
El panorama laboral en España en los últimos años ha estado caracterizado por la sobrecualificación, uno de los escollos más importantes en el acceso a un empleo. Aún es pronto para derivar conclusiones seguras, pero no parece que la Reforma Laboral vaya a conseguir acabar con este problema, pues no es uno de sus puntos clave.
Y es que no solo se trata de que haya personas ocupando puestos de trabajo cuyos requisitos están por debajo de sus cualificaciones. Es que, en nuestro país, estar sobrecualificado suele impedir el acceso a un empleo. La movilidad horizontal está muy restringida en España y una gran cantidad de empleadores presta más atención a la formación específica de los candidatos que a sus habilidades y destrezas. En este sentido, es evidente que existe un estereotipo social asociado a las titulaciones universitarias.
Las implicaciones de esta situación
El hecho de que desde RRHH se prefiera no contratar a personas con sobrecualificación se justifica principalmente de dos maneras.
La primera de ellas es la salarial. Como hemos visto antes, una persona con mayor experiencia y formación debería tener un salario más alto que otra con un CV más breve. Por una parte, las empresas tienden a economizar sus gastos de personal y a contratar con los sueldos más ajustados. Pero al mismo tiempo, esto lleva a pensar a las empresas que una persona sobrecualificada no aceptará un puesto con un salario más bajo que al que podría aspirar.
Este primer razonamiento conduce a pensar que este tipo de personas no se quedarán en el puesto de trabajo, sino que continuarán su búsqueda de empleo hasta encontrar uno acorde con su formación y experiencia y con el salario que le corresponde.
Sin embargo, este razonamiento que parece no tener fisuras está equivocado en muchos casos. Las personas no buscan un puesto de trabajo exclusivamente por el salario que percibirán, sino por muchos otros motivos, y en especial por el crecimiento personal. Esta postura de las empresas impide la movilidad horizontal de los trabajadores y supone un desperdicio de talento. Y en este sentido conlleva una discriminación laboral.
Pero lo cierto es que, si las condiciones laborales son buenas y la empresa cuida a un trabajador, lo normal es que este permanezca en su puesto y no busque otro empleo.
Cómo enfrentarte a la sobrecualificación en tu CV
Como en el resto de ocasiones en las que te postulas a un puesto de trabajo, lo primero que debes hacer si eres una persona con sobrecualificación es adaptar tu CV a la oferta de empleo. Consulta cuidadosamente los requisitos que se solicitan e incide en ellos de forma personalizada. Como ya conoces cuáles son los principales temores de RRHH ante una persona sobrecualificada, puedes anticiparte a ellos.
Es importante no mentir en el currículum. Por una parte por honestidad. Por otra, porque lo más habitual es que seas descubierto y pierdas una oportunidad de empleo. Pero esta máxima limita tus posibilidades si estás sobrecualificado. ¿Qué hacer entonces? Los expertos recomiendan transformar la formación en habilidades y competencias. Así, las destrezas que proporciona haber estudiado una carrera pasan a esta parte del CV. Por ejemplo, la capacidad de análisis crítico de la información o la habilidad de trabajar en equipo. En este sentido, un CV funcional en lugar de uno cronológico te será de más ayuda. Tienes a tu alcance muchos tips para presentar tu CV 2022.
La información de tu CV deberá estar en consonancia con tu perfil en las redes sociales. Desde hace algún tiempo, los reclutadores no se limitan a leer los currículums de los candidatos, sino también a contrastar esa información con la que aparece en las redes. Lo más recomendable es que crear y mejorar tu marca personal en la que destaques tus habilidades y competencias.
La fase de la entrevista de trabajo
Esta es quizá la fase menos complicada en el acceso a un puesto de trabajo si tienes sobrecualificación. Principalmente porque la comunicación directa con los reclutadores te permite explicar claramente tu adecuación al puesto.
Si tu experiencia laboral es amplia, insiste en que no has cambiado de empleo por motivos salariales o de cualificación. De este modo, darás a entender que no son estas las razones que te han llevado a postularte para el puesto. Así minimizas la posibilidad de que puedan rechazarte pensando que, cuando encuentres un trabajo más ajustado a tu CV, dejarás la empresa.
Incide en lo que aportarás a la empresa y en tu interés en formar parte de su equipo. De este modo marcarás la diferencia con respecto a otros candidatos y tendrás más posibilidades de ser seleccionado.