La escasez de talento y las consecuentes dificultades de contratación del personal de hostelería y restauración son problemas comunes que pueden combatirse a distintos niveles. Para fomentar un ambiente laboral en el que tanto los trabajadores como las nuevas incorporaciones se sientan integrados y satisfechos, apostar por una cultura de empresa sólida será imprescindible.
La integración de esta estrategia empresarial supone poder obtener beneficios en las áreas propias del servicio, del bienestar laboral e incluso del funcionamiento del negocio. ¿Quieres saber cómo la cultura de empresa puede ayudarte a conseguir el negocio que siempre has deseado? Entonces, no pierdas detalle del artículo de hoy.
¿En qué consiste la cultura de empresa?
Si pensamos en el conjunto de factores que componen a una empresa, lo más común es que imaginemos qué hacen, su logo y colores, y la idea principal que tenemos de ella según nuestras propias experiencias y las de nuestros allegados. En el caso de las grandes empresas, este hecho no es accidental. Con el objetivo de alcanzar la realidad soñada por su equipo y sus directivos, las compañías actuales tienen muy claro que contar con una cultura de empresa que se adapte a dicha meta conlleva un trabajo constante.
En este sentido, se podría decir que la cultura de empresa es la unión de todas las características que hace única a una entidad. El cúmulo de la misión, la visión y los valores de la empresa harán que esta adquiera una personalidad determinada y, dependiendo de cómo fomente esa fortaleza, será de gran utilidad para alcanzar una cultura compartida que garantice su éxito.
Factores clave de la cultura de empresa en hostelería y restauración
El sector de la hostelería y la restauración cuenta con unas dificultades asociadas de las que otros pueden carecer. La complejidad de la plantilla y de la ejecución de su trabajo, y la necesidad de adaptar cada proceso para ofrecer un servicio óptimo son solo algunos de los retos concretos a los que se enfrentan las empresas.
Con el objetivo de mejorar estas dificultades, la cultura de empresa puede ser un gran aliado del que desprender medidas concretas que faciliten el trabajo a distintos niveles.
1.Reclutamiento y retención efectivas
Uno de los grandes retos asociados al personal de hostelería y restauración es el referido a la contratación y a la tasa de retención. Las condiciones laborales en la hostelería son muy exigentes y, en ocasiones, el personal empleado no cuenta con un background sólido ni intenciones de proyección en la industria.
Al implementar una cultura empresarial que garantice la proyección laboral y motive a los empleados, este hándicap podrá disminuir.
2.Valores compartidos
Asentar las bases de unos valores empresariales adaptados a los objetivos será clave para garantizar cuál es el factor que más apreciarán los distintos clientes. Independientemente de cuál sea el enfoque principal, este formará los cimientos de las distintas actuaciones que se llevarán a cabo.
3.Comunicación interna y externa
Obtener retroalimentación constante de empleados y clientes es una herramienta de incalculable valor. Gracias a la información recabada no solo podrán medirse las estrategias y corregir desviaciones, sino que también se podrá valorar la manera en que lo que ofrece la empresa se ajusta a lo que necesitan sus clientes.
4.Experiencia en el servicio
Promover una cultura empresarial propia también es útil a la hora de conseguir una ejecución del servicio adecuada a tus expectativas. Uno de los factores que componen la cultura empresarial está vinculado a las operaciones que has de llevar a cabo para conseguir tus pretensiones y la manera en que estas se alinean con tu objetivo y tu propia forma de actuar.
Conseguir que el cliente perciba la experiencia que intentas construir para él no solo se basa en que el servicio transcurra con normalidad, sino en que sea capaz de percibir las sensaciones y satisfacción que buscabas al plantear tu estrategia.
5.Cohesión del personal de hostelería y restauración
Otro de los grandes beneficios de la cultura de empresa es el referido al sentimiento de pertenencia de las plantillas.
Se tiende a pensar que la buena sinergia de los equipos depende únicamente de su personalidad y las relaciones que establezcan fuera del trabajo. Esta concepción puede llevarte a descuidar las tácticas de cohesión de equipo, un factor indispensable para que los distintos niveles de trabajo fluyan y se refuercen entre sí.
¿Cómo impulsar la cultura de empresa en el sector de la restauración?
Ahora que ya sabes qué beneficios puedes obtener al implementar una cultura empresarial propia, poner en marcha los distintos mecanismos depende en gran medida de qué expectativas tengas.
No hay dos empresas iguales, así que no habrá dos culturas de empresa gemelas. Por ello, es importante que tengas en cuenta que deberás crear tu propio plan según los objetivos, valores y prácticas que desees implementar.
Aunque no hay una única hoja de ruta para desarrollar la cultura empresarial en el sector de la hostelería, existen ciertas actuaciones indispensables que podrán ayudarte a empezar a trabajar en tu estrategia global.
1.Muestra y practica tus valores empresariales
Ten muy claro que no basta con redactar cuáles son tus valores y usarlo en tu material corporativo. Debes implementarlos en cada actuación y hacer partícipes de ellos a todos los componentes de la empresa.
Si, por ejemplo, uno de tus valores es la diversidad, implícate en los procesos de contratación para asegurarte de que se potencia correctamente, planifica actividades de concienciación, fomenta un entorno inclusivo… Asegurarte de que tus empleados conocen y tienen este valor en consideración será uno de tus objetivos primordiales.
2.Mantén un clima laboral positivo
La presión a la que puede estar sometido el personal en un servicio y los horarios irregulares son dos desafíos que debes combatir para alcanzar el bienestar de tu plantilla. Intenta averiguar qué preocupa a tu plantilla y cómo puedes combatirlo.
Para asegurarte de que esta pretensión se materializa y mantiene en el tiempo, las reglas de comportamiento, los mecanismos de prevención de acoso laboral y las encuestas de clima laboral son herramientas de gran utilidad.
3.Introduce flexibilidad en la cultura empresarial
Por último, no cometas el error de solidificar tus ideales en unas reglas inamovibles. Como podría pasar con cualquier ser humano, la personalidad de una empresa también aprende de sus errores, se interesa por nuevas causas y, en definitiva, evoluciona.
La clave del éxito es la adaptación, por lo que revisar y redefinir la cultura empresarial es un factor que no debes olvidar durante tu trayectoria empresarial.
Conclusión
La cultura empresarial emerge como la piedra angular para el éxito en el sector de la hostelería y restauración. Al fomentar valores compartidos, mejorar la comunicación y crear un ambiente laboral positivo, las empresas pueden superar los desafíos de contratación, retención y servicio al cliente. La clave reside en desarrollar una cultura flexible y auténtica, que no solo se refleje en el papel, sino que se viva en cada acción diaria. Implementar esta estrategia no solo beneficia a los empleados, sino que también mejora la experiencia del cliente y el funcionamiento general del negocio. En un sector tan dinámico y exigente, una cultura empresarial sólida y adaptable se convierte en la brújula que guía hacia el éxito sostenible y la excelencia en el servicio. Si necesitas soporte en la contratación, selección, formación o en consultoría para un negocio de hostelería no dudes en contactar con nosotros en https://www.synergie.es/.
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